Ni - ni |
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Me gustaría saber qué determina la posición de ni, ni en la oración, sé que puede
ir al comienzo o en el medio, pero ¿es correcto al final? La frase del dilema era:
Wir können weder du noch ich später zur Schule kommen.
No podemos llegar tarde a la escuela ni tú ni yo.
No podemos llegar tarde ni tú ni yo a la escuela.
No podemos ni tú ni yo llegar tarde a la escuela.
Ni tú ni yo es un sintagma compuesto de dos elementos coordinados. En este caso hace la función de sujeto de la oración (sujeto compuesto), por tanto su colocación en la oración se rige por las reglas generales de la colocación del sujeto en la oración en español:
Hacer clic > Satzbau Überblick - Orden de las palabras en la oración
El sujeto se puede anteponer al verbo:
Ni tú ni yo podemos llegar tarde a la escuela.
El sujeto puede ir después del verbo (es decir, de las formas verbales de la oración):
No podemos llegar tarde a la escuela ni tú ni yo.
Pero cuidado de no colocarlo entre dos formas verbales en la misma oración (podemos llegar):
*No podemos ni tú ni yo llegar tarde a la escuela.
Ni tampoco separar el verbo de complementos preposicionales o circunstanciales con los que forma una unidad: llegar tarde a la escuela (y no: *llegar ... a la escuela):
*No podemos llegar tarde ni tú ni yo a la escuela.
Otro ejemplo de combinaciones posibles con el sintagma ni ... ni ... en función de sujeto:
Ni mi mujer ni yo le hemos invitado a la fiesta.
No le hemos invitado a la fiesta ni mi mujer ni yo.
A la fiesta no le hemos invitado ni mi mujer ni yo.
*No le hemos ni mi mujer ni yo invitado a la fiesta.
*No le hemos invitado ni mi mujer ni yo a la fiesta.
[Las oraciones marcadas con un asterisco * no son correctas o no suenan bien.]
Un ejemplo de combinaciones posibles cuando el sintagma ni ... ni ... no es sujeto:
Ni contigo ni sin ti tiene mi vida remedio.
Mi vida no tiene remedio ni contigo ni sin ti.
Remedio no tiene mi vida ni contigo ni sin ti.
Mi vida ni contigo ni sin ti tiene remedio.
El orden de las palabras en la oración
Wer |
(nicht) |
macht |
was = Akkusativ |
für wen = Dativ |
unter welchen Umständen? |
Subjekt |
Negation |
alle Verben |
direktes Objekt |
indirektes Objekt |
Umstandsbestimmungen |
Juan |
(no) |
piensa regalar |
un reloj de oro |
a su mujer |
para su cumpleaños |
„En español, como en todos los idiomas, los interlocutores mantienen constantemente una contabilidad precisa de los elementos que ya han aparecido en el mundo que es la comunicación entre ellos y los que aparecen por primera vez. Esto les permite entender en cada momento de qué están hablando, sin necesidad de repetir todos los elementos necesarios para la comprensión del mensaje y ahorrar una cantidad considerable de palabras y de energía.
El orden de las palabras: Es éste un problema estrechamente relacionado con los distintos mecanismos de tematización y rematización de la información.
El principio fundamental que rige el funcionamiento del orden de las palabras en español se basa en el grado de contextualización que ha alcanzado el elemento o la información de la que se trata, o el grado de contextualización que le quiere atribuir el hablante; consiste esencialmente en que los elementos más contextualizados van antes que los elementos nuevos: se parte siempre de lo más conocido, lo más asumido en el contexto dado, los elementos de los que ya se está hablando, para introducir posteriormente la información nueva o los elementos de los que todavía no se había hablado.“
[Matte Bon, F.: Gramática comunicativa del español. Madrid: Difusión, 1992, Bd. 2, S. 308-309]
Coordinación con ni ... ni ...
Si la oración comienza por el adverbio no, no es necesario repetir ni ... ni ...:
No trabaja de día, ni de noche.
No es necesario decir:
No trabaja ni de día ni de noche.
Puede emplearse ni en lugar de y sin:
Es una familia sin reputación ni dinero. =
Es una familia sin reputación y sin dinero.
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«Cuando los miembros enlazados son negativos, la serie enumerativa lleva la conjunción ni solo ante el último miembro, a condición de que la enumeración vaya encabezada por una partícula negativa:
Nunca piensa, ordena, dispone ni manda cosa contraria al bien público.
Sin embargo, es fuerte tendencia a repetir la conjunción delante de cada miembro para hacer resaltar su carácter negativo:
Y las cosas espirituales, ni las vemos, ni gustamos, ni palpamos.
Por su mismo carácter general, estas tendencias no pueden interpretarse como reglas que cohíban la libertad de expresión. Pero la aglomeración o la ausencia total de conjunciones tiene a menudo gran valor estilístico, tanto en el habla coloquial como en la lengua literaria.»
[RAE: Esbozo ..., p. 506, § 3.18.2b]
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"Con la copulativa ni, el verbo puede concertar con todos en plural, o en singular con el más próximo, sin que en esta concordancia influya que el verbo siga o preceda a los sujetos.
Hombre ni gigante, ni caballero de cuantos vuestra merced dice, parece por todo esto; a lo menos yo no los veo.
De tal suerte que ni la conformidad de religión, ni los vínculos de la sangre, ni la bondad y virtud de los príncipes, fue bastante para conformar sus ánimos ni los de sus ministros.
No te igualó en ligereza el hipogrifo de Astolfo ni el nombrado Frontino.
No serán bastante a hacerme ceder ni la envidia, ni la malicia que no entiendo, ni el odio.
Esta libertad de concordancia mantiene su uso actual. Así, se dice indistintamente:
No me agradó ni el argumento de la obra, ni la interpretación, ni la escenografía. =
No me agradaron ni el argumento de la obra, ni la interpretación, ni la escenografía.
[RAE: Esbozo ..., p. 391, § 3.6.9c]
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«Desde el punto de vista categorial, ni es una conjunción coordinante que une dos o más términos y forma un sintagma que tiene todas las propiedades de un término de polaridad negativa: aparece en oraciones negativas, dependiente de otra palabra negativa preverbal o bien delante del verbo. La alternancia entre coordinación con simple ni y doble ni depende en gran medida de su posición. El doblado de la conjunción es necesario cuando el sintagma al que pertenece precede al verbo, o cuando se usa aisladamente (en una respuesta, por ejemplo). Es opcional, en cambio, cuando el sintagma sigue al inductor negativo.
Ni Juan ni Pepe sabían nada del asunto.
No creo que ni Juan ni Pepe lo sepan.
¿Qué le han regalado a Luisa? Ni lo que quería ni lo que necesitaba.
En castellano medieval era posible, en cambio, que los sintagmas sin doble ni precedieran al verbo, como en los ejemplos siguientes:
Que de día nin de noch no les diese arebata. (Cid, 562)
El primer ni se ha interpretado en estos casos como una marca morfológica de concordancia negativa, que permite reconocer todo el sintagma coordinado como negativo. Tal vez por ello es posible prescindir de él cuando el primer término de la coordinación es a su vez una palabra negativa:
Ningún alumno ni ningún profesor sabían la respuesta.
¿Qué te haría cambiar de opinión? Nada ni nadie. [...]
Como otros términos de polaridad negativa, el sintagma formado por coordinación mediante ni debe ser legitimado por una negación preverbal, y está sometido a los mismos principios de localidad que aquellos. Así, no puede aparecer dentro de una subordinada completiva, aunque sí puede coordinar dis subodrinadas:
*Juan no dice que ni viene ni se va.
Juan no dice ni que viene ni que va.
Pero, además, no puede ser término de una proposición, lo que sí es posible en cambio para otras palabras negativas:
*Este coche no es de Juan ni Pedro (vs. de Juan ni de Pedro.
Este coche no es de nadie.
Cuando los elementos coordinados son oraciones, existen dos posibilidades: hacer preceder a ambos por ni o bien negar la primera con otra palabra negativa y reservar la conjunción coordinante para la segunda. Se muestran las dos posibilidades a continuación:
Juan no fuma ni bebe.
Juan ni fuma ni bebe.
Es posible, sin embargo, que ni coordine oraciones completas como en:
Ni yo soy tu padre ni tú me debes obediencia alguna.
Ni hoy hace sol ni mañana lloverá.
Este tipo de oraciones parece estar discursivamente marcado: resultan adecuadas únicamente en contextos dialogados, donde la oración tiene el sentido de una respuesta enfática.»
[Sánchez López, Cristina: "La negación". En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, vol. 2, § 49.6.1, p. 2613]
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«Ni kann im Deutschen auf verschiedene Weise übersetzt werden: "und nicht", "auch nicht", "nicht einmal". Nach einem verneinten Verb ist es dagegen häufig mit "oder" oder "und" wiederzugeben.
Ni kann allein stehen, es kann aber auch wiederholt werden. Für diese Konjunktion gilt dieselbe Regel wie für andere Negationswörter (wie nada, nadie, nunca usw.): wenn ni (oder ni ... ni ...) nach dem Prädikat steht, so muss dem Verb ein no (oder eine andere Negation) vorausgehen.
¿Pero ella no huía de nada ni de nadie?
Aber sie floh vor nichts und niemandem!
Nunca piensa, ordena, dispone ni manda cosa contraria al bien público. (Esbozo, 506)
Nie denkt, bestimmt, verfügt oder befiehlt er etwas, das dem Allgemeinwohl zuwiderliefe.
Gracios, Dios mío, por no haberme hecho mujer, ni judío, ni negro, ni perro. (J.C. Onetti)
Aber:
Ni ha venido ni ha llamado por teléfono.
Er ist weder gekommen, noch hat er angerufen.
Ni teníamos descanso, ni nos daban educación.
Weder konnten wir uns ausruhen, no gaben sie uns Unterricht.
Zu dem Beispiel
Nunca piensa, ordena, dispone ni manda cosa contraria al bien público.
kommentiert der Esbozo, das in derlei Aufzählungen, die mit einem Negationswort beginnen, ni im Prinzip nur vor dem letzten Glied gebraucht wird. Doch heißt es direkt am Anschluss daran, dass eine Tendenz besteht, ni vor jedes Element der Aufzählung zu setzen, um auf diese Weise den verneinenden Charakter des Satzes zu betonen. Nach M. Moliner wird ni in Fällen wie diesem im allgemeinen (generalmente) vor jedem Satzteil wiederholt (DUE, II, 507).»
[Bruyne, Jacques de: Spanische Grammatik. Tübingen: Niemeyer, 1993, § 847, S. 341-342]