No creas que - subjuntivo o indicativo

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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Quería saber por qué rige indicativo la frase siguiente: "No creas que ESTOY enfadado".

En cuanto tratemos de agregar la expresión "el hecho de que" a la frase antedicha, recibiremos: "No creas al hecho de que estoy enfadado" (lo que me suena muy raro, lo lamento).

Alguna vez me dijeron: “mira, si no se trata de un hecho real o cuando no estés seguro de su validad, debes transformar el verbo de  indicativo en modo de subjuntivo”.

Por lo tanto, deberíamos escribir la frase de tal manera: "No creas (al hecho de) que esté enfadado".

Los verbos de influencia y reacción se construyen sistemáticamente con verbo subordinado en subjuntivo.

La negación es un inductor de subjuntivo. La negación suspende el valor asertivo del predicado que induce el modo indicativo. Con el subjuntivo la negación toma bajo su alcance la oración subordinada:

No oí que me estuvieran llamando por teléfono.

[la subordinada está bajo el alcance de la negación de la principal; el hablante pone en entredicho la veracidad de la subordinada (complemento de la principal), es decir, que sea verdad que ha sonado el teléfono]

No oí que me estaban llamando por teléfono.

[aquí el inductor del indicativo es el verbo de percepción oír; no hay relación directa entre el indicativo y la negación. La oración subordinada expresa ‘lo que no oí’, ‘lo que dejé de oír: un estado de cosas que se presenta como información verdadera, pero que no pudo ser percibido]

No sabía que esa señora era casada.

[‘estaba casada y yo no lo sabía, ahora me entero de que está casada’]

No sabía que esa señora fuera casada.

[‘que yo sepa no estaba casada’]

No sabía que tenía que estar en la oficina a las siete.

[‘tenía que estar en la oficina a las siete, pero yo no lo sabía’]

No sabía que tuviera que estar en la oficina a las siete.

[se pone en entredicho la veracidad de la subordinada: ‘¿quién ha dicho que yo tenía que estar en la oficina a las siete?’]

Con indicativo la negación no afecta a la subordinada, con subjuntivo se produce un transporte de la negación que afecta a la oración subordinada:

No creo que sepa español correctamente.

[‘estoy seguro de que no sabe español correctamente’]

*No creo que sabe español correctamente.

[en esta construcción se de una contradicción, porque se afirma en la subordinada que ‘sabe español correctamente’, pero esto mismo se niega en la oración principal (no creo que).

Con la primera persona puede aparecer el indicativo, pero es para rechazar de inmediato algo que se ha dicho o sugerido, es decir, para manifestar la no adhesión a lo dicho o sugerido. Son enunciados de rechazo contextual que no se pueden desligar del contexto en que se emiten:

Yo no creo que ese chico ha leído todo el Quijote.

Yo no me creo que ese chico ha leído todo el Quijote ni en broma.

Cuando la negación alcanza la proposición completa, como en

Ella no cree que las cosas hayan sido así,

puede aparecer tras el subjuntivo un término de polaridad negativa, lo que no permite el indicativo en la subordinada:

No sabía que tuviera que traer nada.

*No sabía que tenía que traer nada.

No me pareció que estuviera mal ninguna de las redacciones.

*No me pareció que estaba mal ninguna de las redacciones.

Hay verbos de percepción o de posesión de conocimiento que rechazan el indicativo, rechazo que está relacionado con la suposición de veracidad que se asocia con el complemento oracional de estos verbos cuando se construyen con presente. El uso del indicativo llevaría a una contradicción lógica, en cuanto que se afirmaría en la subordinada lo que se da por falso en la principal:

No sabemos que tenga problemas de salud.

No veo que te quede grande la chaqueta.

Los verbos de actividad mental (creer, pensar, acordarse de, etc.) y los de expresión o lengua (decir, comentar, mencionar, afirmar, negar, asegurar) en forma negativa inducen subjuntivo en la subordinada cuando el hablante presenta el hecho de la subordinada como dudoso o incierto. Este matiz de incertidumbre propicia el uso del subjuntivo. Pero hay casos de alternancia o “neutralización” en los que puede aparecer también el indicativo:

Creo que te dice la verdad.

[presenta el hecho como seguro]

No creo que te diga la verdad.

[presenta el hecho como más dudoso e incierto, o con un matiz de incertidumbre]

Pero el imperativo negativo de los verbos de actividad mental, expresión y lengua es una excepción. Tras un imperativo negativo de alguno de estos verbos en la oración principal, seguirá en la subordinada sistemáticamente el modo indicativo. El imperativo negativo es una orden negativa que invita al interlocutor a no suscribir lo que manifiesta o expresa la oración subordinada. Se usa el indicativo, independientemente de que el hablante participe o no de la verdad de lo expresado en la oración subordinada. Lo vemos parafraseando estas construcciones:

No creas que estoy enfadado.

[‘te aseguro que no estoy enfadado’, ‘puedes creerme que no estoy enfadado’]

Podemos transformar la oración en una condicional cuya condición es verificable y realizable:

Si crees que estoy enfadado, te equivocas.

Con otra forma verbal que no sea imperativo negativo, sí exige subjuntivo:

No cree que yo esté enfadado.

[‘yo estoy enfadado, pero ‘él no lo cree’]

No digas que te aburres.

Es verdad que te aburres, pero no lo digas.

[‘calla el hecho de que te aburres’ – aquí la negación afecta exclusivamente al verbo principal (no decir = callar)]

No digas que te aburres, porque no es cierto.

[el hablante está tomando partido acerca del valor veritativo de la subordinada, cuya negación se presupone]

No creas que te dice la verdad.

[‘seguro que no te dice la verdad’, y si crees que no te miente, estás equivocado]

No pienses que es que no te quiero.

[‘yo sí te quiero’ y no debes dudarlo]

No digas que no es verdad porque es verdad.

No pienses que te va a ayudar porque no lo hará.

No digas que no te he avisado a tiempo.

[si dices que no te he avisado, mientes]

No creas que no lo lamento.

[te aseguro que lo lamento mucho]

No digas a nadie que pienso dejar este trabajo.

[yo pienso dejar este trabajo, pero no se lo digas a nadie todavía]

No creas que será tan fácil.

[seguro que no será tan fácil como tú crees]

No creas que te va a devolver el dinero.

[estoy seguro de que no te devolverá el dinero]

No digas que no te pagué lo que te debía.

[yo te pagué mi deuda, eso no lo puedes negar]

No creas que tiene tanto dinero como dice.

[dice que tiene mucho dinero, pero no le creas]

No vayas a creer que te lo van a permitir.

[no te permitirán hacerlo, de eso puedes estar seguro]

No creas que le envidio.

No os imaginéis que me habéis engañado.

No dudéis que triunfaremos.

No menciones con el jefe que me ha tocado la lotería.

No supongan que en esta ciudad es todo más barato.

No niegues que lo has hecho.

En algunos casos el empleo del subjuntivo podría resultar viable, pero entonces la oración implica una idea de recomendación, con lo que la oración adquiere un matiz volitivo en la oración principal (V1), o se halla implícito un verbo de voluntad:

No pienses solo en que te aprueben.

[‘no centres tu interés solo en aprobar el examen’]

No te olvides de que los niños hagan los deberes.

[‘no te olvides de preocuparte porque los niños hagan los deberes’]

No creas que te va a devolver el dinero que le prestaste.

[‘no te devolverá el dinero que le prestaste’]

No creas que te vaya a devolver el dinero que le prestaste.

[‘no esperes que te devuelva el dinero que le prestaste’]

Con verbos de influencia, un imperativo negativo induce en la subordinada el modo subjuntivo:

No le aconsejes que lo haga.

[aconsejar es un verbo de influencia que induce subjuntivo y no admite alternancia]