Subjuntivo o indicativo con verbos de actividad mental

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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Vivo en Alemania y he visto en los manuales para estudiantes de español que para las matrices 'Supongo que...',  'Me imagino que...', ¿Piensas que...?, les indican que el verbo debe ir en indicativo: Supongo que tiene trabajo; me imagino que es la tierra.; ¿Piensas que es él?'

Sin embargo, en nuestro uso (soy cubana) si esta forma también es posible, la más usual es el uso del subjuntivo:

¿Piensas que sea él?

Me imagino que sea la tierra.

Supongo que tenga trabajo.

Incluso he consultado el manual de gramática de Otilia de la Cueva y esta autora también incluye la matriz 'supongo que' seguido por subjuntivo.

¿Ambas son correctas?

Los verbos de percepción física o mental, cuando van en forma afirmativa piden indicativo en el verbo de la subordinada. Solo una lista muy limitada de ellos (parecer, admitir, conceder, aceptar, suponer, sospechar, imaginar, creer...) admiten el subjuntivo junto al indicativo. Pero admiten subjuntivo en la subordinada solamente cuando se refieren a un marco ficticio, imaginado, supuesto, cuando significan más bien ‘imaginar’.

Según la Real Academia: «Cuando los contenidos que se presentan en estos casos se asimilan a las creencias o las asunciones, se construyen en indicativo, pero cuando se conciben como conjeturas, se expresan con subjuntivo. Ahora bien, debe precisarse que la doble interpretación de la que se habla (quizás resultado de una traslación del tipo CREENCIA > CONJETURA) no constituye una elección que el hablante lleve a cabo individualmente en cada caso particular, puesto que el uso de los verbos mencionados con subjuntivo es hoy minoritario.»

Citas 

 

«De forma análoga a como el contenido de lo que se sueña admite dos interpretaciones, puede entenderse de dos maneras el contenido de lo que se sospecha, se supone o se imagina. El modo que predomina en los complementos de estos verbos es el indicativo:

 

Se imaginó que Costanza no había de ser suya.

Otros sospechaban que había sucedido algo extraordinario.

Supongo que ya poseo suficiente información para conocer las claves de su significado.

Me hace sospechar que ha perdido el favor con el emperador.

También se documenta el subjuntivo, aunque con frecuencia mucho menor. Predominan en este uso, si bien no son los únicos posibles, los contextos en los que precede al verbo reductor un relativo que corresponde a la oración subordinada:

 

Una de las mujeres alzó la voz para preguntarles qué edad se suponía que tuviera Adele.

La vida no es lo que es en sí misma, sino lo que uno imagina que sea.

Esto se suponía que fuera una parada breve.

Menéndez Pidal sospecha que se trate de una fantasía.

Me hervía la sangre de solo imaginar que uno de aquellos descerebrados pensara por mí.

Cuando los contenidos que se presentan en estos casos se asimilan a las creencias o las asunciones, se construyen en indicativo, pero cuando se conciben como conjeturas, se expresan con subjuntivo. Ahora bien, debe precisarse que la doble interpretación de la que se habla (quizás resultado de una traslación del tipo CREENCIA > CONJETURA) no constituye una elección que el hablante lleve a cabo individualmente en cada caso particular, puesto que el uso de los verbos mencionados con subjuntivo es hoy minoritario, como se ha señalado.»

[Real Academia Española: Nueva gramática de la lengua española. Madrid: 2009, § 25.4p]

«Los verbos de percepción física o mental, cuando van en forma afirmativa piden indicativo en el verbo de la subordinada. Solo una lista muy limitada de ellos (parecer, admitir, conceder, aceptar, suponer, sospechar, imaginar, creer...) admiten el subjuntivo junto al indicativo.

Un verbo de “percepción física” con frecuencia expresa “actividad mental”, un verbo de “ficción” (como imaginar), “afirmación atenuada, etc. Es decir, hay trasvases constantes, lo cual no es ajeno a la aparición de uno u otro modo en el verbo subordinado.

Los verbos que toleran el subjuntivo en la subordinada lo admiten sobre todo cuando conllevan la referencia a un marco ficticio o supuesto, es decir, cuando se acercan al sentido de imaginar, y mucho menos cuando suponen afirmación atenuada y se emparentan, por tanto, con creer.

 

Imagina que haya venido. ¿Qué harás?

[Pido una suposición o hipótesis, subjuntivo totalmente natural]

Supongamos que diga que no.

[Lo mismo que el ejemplo anterior]

En los siguientes ejemplos, creer, imaginar, suponer, sospechar, parecer vienen a significar ‘creer’, es decir, ‘en mi opinión, es verdad que’ (afirmación atenuada), y en ellos el subjuntivo les “suena” mal o no les “suena” del todo bien a muchos hablantes:

 

? Creo que tenga carta hoy.

? Imagino que tenga carta hoy.

? Supongo que tenga carta hoy.

? Sospecho que tenga carta hoy.

? Me parece que venga mañana.

(Secuencia prácticamente inaceptable con el sentido que ahora nos interesa. Nótese de paso que el empleo de parecer con el pronombre personal de dativo (me, te, le, etc.) suele llevar el significado de ‘creer’ que estamos comentando y, en consecuencia, restringe muchísimo el uso del subjuntivo.

A modo de resumen, y como consejo práctico, aquellas personas que no dominan el español harían bien en utilizar siempre el indicativo con este tipo de verbos cuando van en forma afirmativa.»

[Borrego, J., Asencio, J.G., Prieto, E.: El subjuntivo. Valores y usos. Madrid: SGEL, 1985, pp. 83-85]

«Puede darse alternancia indicativo / subjuntivo con verbos de conjetura o hipótesis, esto es, suponer, imaginar, figurarse, poner por caso, etc. En general, también aquí el uso del indicativo en el V2 da un tinte de verosimilitud a la conjetura, matiz que desaparece con el subjuntivo, cuando este viene representado por el imperfecto o pluscuamperfecto (referidos al presente o futuro el primero, y al pretérito el segundo), ya que en este tipo de contextos adquieren el contenido modal de probable. Así, compárese:

 

Supongamos que se había casado con otra. /

Supongamos que se hubiera casado con otra.

Figúrese que nos quedamos aquí. /

Figúrese que nos quedáramos aquí.

El uso, en cambio, del presente y pretérito perfecto (e imperfecto referido al pasado) de subjuntivo supone la neutralización de ese modo con el indicativo, neutralización que tan solo es obligatoria respecto al futuro de indicativo, que aquí, como en las oraciones condicionales, no es aceptable. Así se explican las equivalencias:

 

Supongamos que está enfadado. /

Supongamos que esté enfadado.

Imaginaos que se ha llevado a cabo la unidad europea. /

Imaginaos que se haya llevado a cabo la unidad europea.

En este tipo de contextos el V1 se usa casi exclusivamente en imperativo (incluido el presente de subjuntivo) o gerundio, y la oración representa una especie de condición o premisa frente a algo que ya se ha dicho o va a decirse:

 

El próximo año, suponiendo que tenga dinero, haré un viaje por toda Italia.

Imagínate que te suspenden. ¿Se lo dirás a tus padres?

Observemos, por otro lado, que el verbo suponer, usado en el sentido de ‘creer, dar por cierta o posible una cosa’, al igual que sospechar, presumir, dar por sentado o supuesto, no se construyen normalmente con subjuntivo, sino con indicativo o potencial, produciéndose además neutralización entre estos modos, que es obligatoria cuando el verbo se refiere al futuro. Así,

 

Supongo que te has divertido mucho en la fiesta. /

Supongo que te habrás divertido mucho en la fiesta.

Dio por supuesto que lo invitarían a la boda.

Con el sentido de ‘implicar, tener como consecuencia’ este mismo verbo suponer se construye, sin embargo, exclusivamente con subjuntivo:

 

Aquel partido supuso que el Real Madrid perdiera la Copa del Rey.

Relacionados con los verbos de conjetura hay que citar a aceptar, admitir, conceder, reconocer, que también admiten la alternancia indicativo / subjuntivo, cuya diferencia estriba en el carácter hipotético, eventual o posible de la oración subordinada en el segundo caso frente al primero. Por ejemplo:

 

Admito que he sido duro con él. /

Admito que haya sido un poco dura con él.

Dicho de otra manera, con el indicativo se admite la verdad de lo dicho en la oración secundaria, mientras que con el subjuntivo lo que se admite es la mera posibilidad o hipótesis.»

[Porto Dapena, J. A.: Del indicativo al subjuntivo. Valores y usos de los modos del verbo. Madrid: Arco/Libros, 1991, pp. 127-128]