Talante y temple

© Justo Fernández López www.hispanoteca.eu

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¿Qué diferencia hay entre talante, temple, temperamento y mentalidad?
¿Cómo se traducen al español Befindlichkeit, (Grund)stimmung / Gesinnung / Weltanschauung?

No es tarea nada fácil definir estos vocablos tan españoles como es temple y talante de modo que se vean claras las diferencias entre ellos. Lo mismo vale para los vocablos alemanes Befindlichkeit, Stimmung, Gesinnung. En ambos idiomas, estos vocablos no sólo pertenecen al acerbo de la lengua hablada, sino que tienen su proyección en disciplinas como la sociología, la filosofía y la psicología. 

talante

es sólo cualificable: abierto, liberal, democrático, religioso ... Es una disposición fundamental del ánimo para ver, aceptar, interpretar el mundo; no es un rasgo del carácter, sino más bien el tono anímico fundamental con el que sintoniza el carácter.

temple

es cuantificable: tiene gran temple, mucho temple, poco temple. Es un rasgo de carácter, que puede ser muy acentuado o poco (cuantificable): Standfestigkeit / Mut / Robustheit / Charakterstärke

temperamento

manera de ser de las personas tenaces e impulsivas en sus reacciones

Befindlichkeit

tonalidad afectiva, estado de ánimo, talante

Gesinnung

convicciones, sistema de valores fundamentales, credo político

Grundstimmung

talante

Weltanschauung

ideología / concepción del mundo / mentalidad

 

 Conceptos fundamentales

 

 

urdimbre

afectiva

estructura afectiva primaria, troquelado fundamental del mundo afectivo-emocional, adquirido en los primeros años de la vida, que puede dejar „suturas“ en la estructura psíquica

emotionales Strickmuster der Seele / Ur-Prägung der seelischen Struktur in der Kindheit, die emotionale Mangererscheinungen hinterlassen kann

 

 

talante

inclinación, predisposición anímica, estado de ánimo fundamental / voluntad, deseo, disposición de ánimo para hacer o aceptar alguna cosa

emotionale Grundeinstellung zur Realität / Grundstimmung / Befindlichkeit / „Weltempfindung“ / Gemüt / Laune / emotionale Befindlichkeit

buen talante > gütige Besinnung

hacer algo de buen talante > etwas gerne tun

 

 

carácter

estructura fundamental y constante del comportamiento, fruto de las experiencias positivas y negativas a través de los años; el carácter se puede modificar o corregir con nuevas experiencias

Charakter / Persönlichkeitsstruktur

 

mentalidad

cultura y modo de pensar que caracteriza a una persona, a un pueblo, a una generación

Mentalität / Weltanschauung / Geistesart / Wesensart / Geisteshaltung

 

convicciones

modo de pensar, sistema de valores fundamentales, creencias / credo político

Gesinnung

 

 

temple

forma de actuar, impulso, capacidad de autocontrol en situaciones difíciles

(Wage)mut / Gemüt(sverfassung) / Laune / Härte / Stimmung / Veranlagung / Gesinnung

temple de ánimo > Gestimmtsein / Charakterstärke

euforia

estado de ánimo propenso al optimismo

Hochstimmung

 

 

 

 

temperamento

manera de ser de las personas tenaces e impulsivas en sus reacciones / constitución particular de cada individuo, que resulta del predominio fisiológico de un sistema orgánico

Temperament / Expresivität

característica temperamental

Charaktereigenschaft

[temperamento alude, generalmente, al carácter fuerte o violento de una persona o de una cosa: es una persona con temperamento]

estado de ánimo / tonalidad afectiva

Stimmung / Befindlichkeit / Gemütsverfassung

 

temperamento, carácter, humor

 

carácter (Del lat. character) [dt. Charakter]

6. m. Conjunto de cualidades o circunstancias propias de una cosa, de una persona o de una colectividad, que las distingue, por su modo de ser u obrar, de las demás. El carácter español. El carácter insufrible de Fulano.

7. m. Condición dada a alguien o a algo por la dignidad que sustenta o la función que desempeña. El carácter de juez, de padre. Medidas de carácter transitorio.

8. m. Señal espiritual que queda en una persona como efecto de un conocimiento o experiencia importantes, como, en la religión católica, la dejada por los sacramentos del bautismo, confirmación y orden. Imprimir, imponer carácter.

9. m. Fuerza y elevación de ánimo natural de alguien, firmeza, energía. Un hombre de carácter.

10. m. Modo de decir, o estilo.

carácter adquirido [dt. erworbenes Merkmal]

m. Cada uno de los rasgos anatómicos o funcionales no heredados, sino adquiridos por el animal durante su vida.

carácter heredado [dt. ererbtes Merkmal]

m. Cada uno de los rasgos funcionales o anatómicos que se transmiten de una generación a otra, en los animales y plantas.

temperamento (Del lat. temperamentum) [dt. Temperament]

1. m. Carácter, manera de ser o de reaccionar de las personas.

2. m. Manera de ser de las personas tenaces e impulsivas en sus reacciones.

3. m. Vocación, aptitud particular para un oficio o arte.

4. m. temperie.

5. m. Arbitrio para terminar las contiendas o para obviar dificultades.

6. m. Biol. Constitución particular de cada individuo, que resulta del predominio fisiológico de un sistema orgánico.

7. m. Mús. Ligera modificación que se hace en los sonidos rigurosamente exactos de ciertos instrumentos al templarlos, para que se puedan acomodar a la práctica del arte. [DRAE]

«El término carácter’ significa marca o nota que señala un ser y que por ello lo caracteriza frente a todos los otros. En principio, el carácter conviene, pues, a todo ente, pero desde muy pronto, especialmente desde Teofrasto, se aplicó el término a los seres humanos. En el mismo sentido fue tomado por muchos escritores, especialmente por aquellos que, desde la situación de su época, quisieron revalorizar la doctrina de los caracteres de Teofrasto: La Bruyère (1636-1696) es, con su obra Les Caractères, el ejemplo más notorio de esta tendencia. A veces se identifica ‘carácter con ‘temperamento, pero con más frecuencia se establece una distinción entre ellos. En este último caso se suele indicar que mientras el primero se refiere a todas las notas distintivas, el segundo es lo que resulta de alguna forma de “mezcla”. Esta “mezcla” era considerada clásicamente como la que se da en los humores del cuerpo dentro de cada individuo. Así, desde Hipócrates se distinguían los individuos de acuerdo con el predominio de uno de los cuatros humores: sangre, flema, bilis y atrabilis, que daba origen a los temperamentos sangineos, flemáticos, biliosos y melancólicos.» [José Ferrater Mora: Diccionario de filosofía, Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1969, t. I, pp. 254-355]

Kretschmer, Ernst (1888 – 1964): Körperbau und Charakter. Untersuchungen zum Konstitutionsproblem und zur Lehre von den Temperamenten. Berlin [u.a.]: Springer, 1. Aufl. 1931, 26. Aufl. 1977.

Kretschmer teilt die Menschen nach ihrem Körperbau in drei Typen ein, denen er drei Temperamenttypen zuordnet:

Körpertyp

Temperament

leptosomer bzw.

asthenischer Typ

schizothym: Stimmung zwischen empfindlich und kühl, zwischen sprunghaft und zäh, gespannt, verhalten, lahm, gesperrt, steif

athletischer Typ

viscös: Stimmung zwischen explosiv und phlegmatisch, zäh, langsam, gemessen, schwerfällig, wuchtig

pyknischer Typ

cyclothym: Stimmung zwischen heiter und traurig, zwischen beweglich und behäbig, rund, natürlich, weich

 

La teoría de los temperamentos del psiquiatra bávaro Ernst Kretschmer: la relación entre el temperamento y la constitución corporal.

En su obra «Constitución y carácter» ofrece la clasificación de los temperamentos, la cual ha alcanzado gran aplicación clínica. Partió de la observación de que la psicosis maniaco-depresiva la padecían generalmente aquellas personas con un tipo corporal que él llamó pícnico, y de que la esquizofrenia se daba, por el contrario, en otro tipo morfológico opuesto, que designó asténico. Luego amplió esa misma observación al círculo familiar del enfermo y, después, a los individuos normales. A los tipos que encontró en el círculo familiar de los enfermos maniaco-depresivos y que estaban en las fronteras de lo psicopático los llamó cicloides, y a los del esquizofrénico, esquizoides. A los temperamentos normales de uno y otro grupo los llamó ciclotímicos y esquizotímicos respectivamente. Luego aisló otro tipo corporal, el atlético, que relacionó con el temperamento enequético.

La tradición de los humores-temperamentos

La medicina científica griega comenzó a integrar la doctrina de los cuatro elementos (aire, fuego, tierra y agua) y sus características respectivas (cálido y húmedo, cálido y seco, frío y seco, y frío y húmedo), doctrina postulada por Empédocles para explicar el universo, con la teoría de los humores (fluidos corporales responsables de la salud del organismo). El ser humano
era entendido como un cosmos en miniatura y, por lo tanto, debía estar compuesto de los mismos cuatro elementos que eran comunes al resto del universo. En consecuencia, se distinguen cuatro humores en el cuerpo: sangre (procedente del corazón), bilis amarilla (del hígado), bilis negra (del bazo y del estómago) y flema (del cerebro). Del equilibrio de estos
cuatro humores dependerá la salud del individuo. La preponderancia de cada uno de los humores dará lugar respectivamente a cuatro temperamentos diferentes: sanguíneo, colérico, melancólico y flemático, caracterizados, a su vez, por un rasgo predominante: optimismo, ira, tristeza y apatía.

Esta tipología básica, consolidada por Hipócrates, es quizás la que mayor aceptación ha alcanzado a lo largo de la historia. De la mano de Galeno se extiende por el mundo romano y su influencia domina el pensamiento médico desde el siglo II al XVII. En el siglo XVIII el gran filósofo alemán Immanuel Kant actualizó la doctrina de los cuatro temperamentos y la hizo aceptable a los filósofos, médicos, teólogos y otros estudiosos interesados en la personalidad, mientras que en el siglo XX se puede constatar su influencia en las propuestas tipológicas de  Wilhelm Wundt, G. Heymans y E. Wiersma, y del mismo Ivan Pavlov (véase Eysenck, 1995; Eysenck y Eysenck, 1985; Pelechano, 1993; Sandín, 1985b). 

mentalidad

Mentalität / Geistesart / Wesensart

 

mentalidad (Del b. lat. mentālis > mental > mentalidad)  

1. f. Cultura y modo de pensar que caracteriza a una persona, a un pueblo, a una generación, etc.

2. f. Capacidad, actividad mental. [DRAE]

Sin. modo de pensar / carácter

mentalidad = unidad de un modo de pensar

mente (Del lat. mens, mentis)

1. f. Potencia intelectual del alma.

2. f. Designio, pensamiento, propósito, voluntad.

3. f. Psicol. Conjunto de actividades y procesos psíquicos conscientes e inconscientes, especialmente de carácter cognitivo.

de buena mente loc. adv. ant. De buena voluntad, de buena gana.

tener algo en la mente Tenerlo pensado o prevenido.

dt. Sinn / Verstand

La mentalidad de un pueblo se revela por sus costumbres. La mentalidad no cambia de la noche a la mañana, pero sufre alteraciones a lo largo de su historia.

«Mente: Este vocablo no es de uso frecuente en la literatura filosófica española. En todo caso su uso no ha sido siempre muy preciso. A veces se ha empleado ‘mente’ en el significado de ‘intelecto’ – especialmente en el significado de “intelecto pasivo” –; a veces, en el significado de “inteligencia”; a veces en el de “espíritu”; a veces, en el significado de “psique” o de “operaciones psíquicas en general”. En algunas ocasiones se prefiere ‘mente’ a ‘espíritu’ cuando se quieren evitar las implicaciones metafísicas o supuestamente metafísicas, que conlleva este último vocablo. Muy frecuentemente se entiende por ‘mente’ el entendimiento, en particular el entendimiento después de haber entendido o comprendido algo, a diferencia de la propia facultad de entender o comprender. Se puede usar asimismo ‘mente’ para designar el    alma en cuanto agente intelectual que usa la inteligencia. En este último caso ‘mente’ tiene un sentido primariamente, si no exclusivamente, “intelectual”. Sin embargo, el vocablo mens fue empleado por algunos escolásticos (por ejemplo, Santo Tomás) para designar una potencia que abarca no solamente la inteligencia, sino también la memoria y la voluntad, no siendo algo distinto de las tres, sino las tres a un tiempo. Pero también se ha usado mens para referirse primariamente a la potentia intellectiva.

Se emplea también ‘mente’ para designar el sentido de algo, y especialmente el sentido de algo manifestado por alguien, como en “la mente del legislador” (la intención del legislador), “la mente de Egidio Romano” (lo que Egidio Romano quiso decir con lo que dijo), etc. Este significado de ‘mente’ está relacionado con el significado de ‘mentalidad’ en cuanto “forma de la mente”, forma mentis. La mentalidad o forma de la mente es definible grosso modo como la “unidad de un modo de pensar”.

Puede verse por lo anteriormente dicho que el vocablo ‘mente’, por lo menos en español, está lejos de tener un significado preciso. Por eso cuando se emplea dicho vocablo es menester o emplearlo en un sentido muy general o bien en un sentido bien especificado, pero nunca entre medio.

Agreguemos que se ha usado asimismo el adjetivo ‘mental’ no sólo para referirse a la condición de la mente, o a lo producido por la mente (cualquiera que sea entonces el significado de ‘mente’), sino también para para caracterizar cierto tipo de realidades: las “realidades psíquicas” (u operaciones psíquicas), a diferencia de las “realidades físicas”. En este caso ‘mental’ y ‘psíquico’ son intercambiables».

[José Ferrater Mora: Diccionario de filosofía, Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1969, t. II,  pp. 178]

talante

[del lat. talentum - del griego talánton (plato de la balanza, peso)]

(Gemüts)stimmung / Wesen / Charakter / Neigung / Laune / Aussehen

voluntad, deseo, disposición de ánimo para hacer o aceptar alguna cosa

 

[modo] Art / Weise

[humor] Laune

estar de buen o mal talante

gut/schlecht gestimmt sein /

gut/schlecht gelaunt sein

hacer algo de buen talante

etwas gerne machen

contestar de mal talante

mürrisch antworten

talante (Del ár. hisp. ṭál‘a, y este del ár. clás. ṭal‘ah, aspecto, infl. por semblante).

1. m. Modo o manera de ejecutar algo.

2. m. Semblante o disposición personal.

3. m. Estado o calidad de algo.

4. m. Voluntad, deseo, gusto. [DRAE]

Talante:

manera de ser o carácter de una persona / estado de ánimo

es un pensador de talante progresista

se enfrenta a su enfermedad con un talante optimista

Se puede tener un talante:

poético, antifranquista, liberal, democrático, antidemocrático, conservador, reaccionario, autoritario, religioso, ético, positivo, negativo, adecuado a ..., abierto, ofensivo, evangelizador, sapiencial, descarado, optimista, educativo, autocrítico, rebelde, característico de alguien, natural, aristocrático, reformista, dialogal, participativo, postmoderno, dramático, trágico, festivo, disidente, progresista, científico, calmado, romántico, apasionado, creativo, socrático, firme, tenaz, paciente, templado, emprendendor, antipático, irónico, etc.

No se puede ser persona de „poco talante“, pero sí „de poco talento“, „de poco carácter“, „de poco temple“.

«Talante [siglo XIII] ‘voluntad’ (y talento ‘capacidad’, ‘dotes naturales’, forma rara hasta el siglo XVI) tiene su origen en el latín TALENTUM, que lo tomó del griego tálanton. “Las palabras latina y griega designaban cierta moneda de oro... Es posible que los dos sentidos de las dos palabras castellanas se deban a la parábola evangélica de los talentos... de aquí el tránsito a ‘dotes naturales que deben aprovecharse’ y luego ‘disposición, propensión’ y ‘voluntad’” (DCECH).

Fueron a la eglesia todos de buen taliento, (Mil. 299b)

de vençer o morir tenie fuerte taliento, (FGlez, 490b)

sabet que de dormir nol prendía taliento (Alex. 28d)

por amor que oviessen talento de comer; (Alex. 2499b)

e farré de ella a mi talante (CZ, 83)

de enderesçar este tu fecho a tu voluntad e a tu talante (CZ, 101)

sino el que [se] faze de buen talante et de grado (LE, p. 117)

dezitme vuestro talante, veremos los coraçones. (LBA 664c)

e le pagan de buen talante (Hérc., 81)

e por andar a su talante crecieron en desacostumbrada manera (Hérc., 109)

En 1535, Juan de Valdés comenta:

De buen talante por de buena voluntad o de buena gana dizen algunos, pero los mismos que lo dizen creo que no lo escribirían en este tiempo (DL, 130).»

[Santos Domínguez, Luis Antonio y Espinosa Elorza, Rosa María: Manual de semántica histórica. Madrid: Síntesis, 1996, p. 145]

«TALENTO, 1155 (forma rara hasta el siglo XVI) ‘capacidad, dotes naturales’, y TALANTE ‘voluntad’, siglo XIII, proceden del griego tálanton, aquél por intermedio del latín talentum. Estas palabras latina y griega designaban cierta moneda de oro (primitivamente ‘balanza’, luego ‘cierto peso de oro’ y la moneda). Es probable que los dos sentidos de las dos palabras castellanas se deban a la parábola evangélica de los servidores que sacaron fruto de los talentos o suma de dinero confiados por su amo, mientras otro sirviente enterró sin provecho su tesoro: de aquí el tránsito a ‘dotes naturales que deben aprovecharse’ y luego ‘disposición, propensión’ y ‘voluntad’. En la Edad Media, debió de generalizarse esta última acepción, por la tendencia eclesiástica a considerar más importante la buena voluntad que la inteligencia, y se empleó con la forma talante, tomada directamente del griego por el latín vulgar (quizá trasmitida a España desde Francia). El sentido ‘dotes naturales, aptitud’ en la Edad Media quedó confinado al bajo latín, y desde éste pasó a las lenguas vulgares en el Renacimiento al intensificarse la prédica religiosa por la Reforma y la Contra-Reforma, y así se le atribuyó la forma semiculta talento, tomada del latín clásico.»

[Corominas, Joan: Breve diccionario etimológico de la lengua española. Madrid: Gredos, 31987, p. 554]

temple (de ánimo)

Gemütsbverfassung / Stimmung / Grundstimmung / Veranlagung

 

[acero] Härtung

[dureza] Härtegrad

pintura al temple

Temperamalerei

[valentía] (Wage)mut

[carácter] Gemüt

[humor] Laune

[música] Stimmung eines Instruments

estar de buen o mal temple

gut/schlecht gelaunt sein

temple (De templar y este del lat. temperāre)

5. m. Disposición apacible o alterada del cuerpo o del humor de una persona.

6. m. Fortaleza enérgica y valentía serena para afrontar las dificultades y los riesgos. [DRAE]

Temple:

carácter valiente, fuerte y tranquilo en situaciones difíciles

al enfrentarse a tantas situaciones ha demostrado tener gran temple

estado de ánimo de una persona

ese chico tiene un temple muy variable

instrumento de cuerda bien afinado

ten cuidado con el temple de la guitarra

Temple de ánimo radical > ’Grundstimmung’

Temple de ánimo > ’Gestimmtsein’

«La angustia tiene un aspecto filosófico. Ha sido Heidegger quien ha querido hacer ver que la angustia es uno de los temples de ánimo fundamentales de la existencia humana (eine Grundstimmung des menschlichen Daseins)» (Xavier Zubiri: Sobre el sentimiento y la volición. Madrid: Alianza Editorial, 1992, p. 395) Y así tradujo Zubiri ¿Qué es metafísica? de Martín Heidegger, Madrid,1933:

Geschieht im Dasein des Menschen ein solches Gestimmtsein in dem er vor das Nichts selbst gebracht wird? Dieses Geschehen ist möglich und auch wirklich – wenngleich selten genug – nur für Augenblicke in der Grundstimmung der Angst. (M. Heidegger: Was ist Metaphysik (1929), Frankfurt a. M.: Klostermann, 1960, S. 31)

¿Hay en la existencia del hombre un temple de ánimo tal que le coloque inmediatamente anta la nada misma? Se trata de un acontecimiento posible, y, si bien raramente, real, por algunos momentos, en ese temple de ánimo radical que es la angustia. (¿Qué es metafísica? de Martín Heidegger, trad. esp. X. Zubiri, Madrid,1933)

Stimmung

«Die das ganze Welt- und Selbsterleben umfassende Gemütsverfassung (Heiterkeit, Traurigkeit usw.), meist ohne klares Bewußtsein der Ursache. Bei. M. Heidegger die Befindlichkeit des Daseins, wie dieses durch das Ganze des Seienden bestimmt und auf es hin gestimmt ist.»

[Müller, M. / Halder, A.: Philosophisches Wörterbuch, Freiburg i. B. u. a.: Herder, 1988, S. 298]

 

temple y talante como categorías filosóficas

 

«El temple de ánimo equivale al estado afectivo o emotivo por el cual un individuo se siente de una forma determinada frente a sí mismo y frente al mundo. Aunque el temple de ánimo se altera con frecuencia, pueden existir determinadas disposiciones fisiológicas, psicológicas o espirituales por las cuales tenga lugar una cierta constancia de un temple de ánimo y, con ello, una modificación de la forma individual de la concepción del mundo.

Para Heidegger, el temple de ánimo o tonalidad afectiva (Stimmung) es aquel estado anterior a lo fisiológico y a lo psicológico, en que la Existencia [Dasein] se encuentra “en determinado estado“ en medio de las cosas, de tal manera que el temple imprime en todas las afecciones una cierta “tonalidad“. El temple de ánimo es el “modo de ser“ de la Existencia en que nos es revelado el ente (por ejemplo, en el aburrimiento profundo) o la nada misma (por ejemplo, la angustia). Por eso Heidegger habla de la existencia como temple, indicando que “lo que ontológicamente queremos indicar con el nombre temple, es ónticamente lo más conocido y cotidiano: el temple de ánimo (Sein und Zeit, 1927, § 29). Pero el examen de este temple es anterior a toda psicología de los temples de ánimo, pues antes de toda psicología debe examinarse el temple, según dicho autor, desde el punto de vista existencial y en su propia estructura.

Por lo dicho anteriormente se ve que la noción de temple puede ser interpretada de diversas maneras. Una – la más naturalista – en un sentido fisiológico, como resultante de los cambios de constitución, combinados en la mayor parte de los casos con condiciones externas de carácter físico (clima, posición corporal, etc.). Otra – de carácter más propiamente psicológico – como resultante de disposiciones anímicas de índole “total“, susceptibles de dar una cierta tonalidad a cualesquiera actividades psíquicas, desde las sensoriales hasta las intelectuales y volitivas. Otra – de naturaleza existencial – cuyo ejemplo más patente hemos encontrado en la citada concepción de Heidegger. Para evitar confusiones es conveniente indicar siempre en qué sentido se emplea ’temple’, y elegir ocasionalmente varias expresiones que puedan precisar sus significación. Entre estas expresiones están ’tonalidad afectiva’, ’estado de ánimo’ y ’talante’. Este último término es muy apropiado para indicar una disposición total – que afecta a todas las esferas citadas y que puede, por lo tanto, entenderse como una noción más completa de lo que hemos llamado temple.

El vocablo ’talante’ ha sido propuesto por José Luis L. Aranguren, el cual ha elaborado una teoría general del talante como prefacio a una investigación sobre el talante religioso, y en particular sobre la diferencia entre el talante religioso católico y el protestante. Según Aranguren (Cfr. Catolicismo y protestantismo como formas de existencia, 1952), el talante puede figurar – o desfigurar – las cosas. Cada ejercitación determinada en la vida humana, y aun cada uno de los modos de ejercitación, necesita un adecuado talante. No sólo esto. Hay, según el citado autor, una jerarquía gnoseológica de los estados de ánimo o disposiciones anímicas que revela las diversas posibilidades que tienen los varios talantes de descubrirnos caras de la realidad. El talante no es, empero, un horizonte que encierra herméticamente al sujeto por él poseído. Casi podría decirse lo contrario: por medio del talante es posible una penetración (del sujeto en la realidad y de un sujeto en otros) que sin él se haría, si no imposible, mucho más difícil. No hay que creer, empero, que esta penetración es suficiente: al “talante desnudo“, equiparable a un mero estado de ánimo espontáneo y pre-racional, se sobrepone (como indica Aranguren aprovechando en este punto indicaciones proporcionadas por O. F. Bollnow en su obra Das Wesen der Stimmungen, 1941), un “talante informado y ordenado, penetrado de logos“. Este talante informado es la actitud. Mas junto a la distinción entre talante y actitud hay que introducir la distinción entre ambos y un estado de ánimo profundo y fundamental. “Hay, pues, y por de pronto – escribe Aranguren – una jerarquía de estados de ánimo que se deja reducir a la autenticidad y la profundidad; mi temple anímico fundamental, aquel desde el que vivo y del que vivo – o me desvivo – es el que, por bajo de los pasajeros humores, importa y decide.“ Este temple –  o “talante fundamental“ es positivamente, según Aranguren, el religioso (o, negativamente, el irreligioso). Eso no significa que el talante sea lo mismo que el estar fundamentalmente en la realidad, se trata de más bien del modo de enfrentarse con la realidad. “Este hábito emocional de carácter entitativo o cuasientitativo, este qualis est unusquisque que determina o al menos condiciona su modo de enfrentarse con la realidad es lo que llamo talante.“ O bien: “Y probablemente el talante no es dundamentalmente sino la apertura inteligible [subrayamos nosotros] a la propia realidad interior, al “tono vital“ y a su temperamento peculiar a la realidad exterior ... Lo que biológicamente aparece como tono vital o, si se quiere, temperamento, es, en cuanto anímicamente vivido, talante.“

El vocablo ’temple’ puede usarse también en el significado de ’armonía’, especialmente “armonía cósmica“; en este caso el temple es la disposición armónica de las partes entre sí. Para un estudio de esta significación, y otras similares, véase Leo Spitzer, Classical and Christian Ideas of World Harmony. Prolegomena to an Interpretation of de Word ’Stimmun’, 1963.

Puede usarse también ’temple’ para traducir el término alemán Gesinnung en el sentido que le ha dado Max Scheler desde su primer libro (Beiträge zur Feststellung der Beziehungen zwischen den logischen und ethischen Prinzipien (1899 [Dis.]) hasta Der Formalismus in der Ethik und die materiale Wertethik (1916). Por lo común se traduce Gesinnung por ’intención’, pero en Scheler Gesinnung designa no solamente la decisión voluntaria y consciente de ejecutar una acción con sentido moral, sino también la elección (preferencia o repugnancia) de valores y conocimiento de éstos por medio de una intuición emocional. Todos estos componentes constituyen la Gesinnung o temple, el cual resulta ser entonces una disposición que se manifiesta por medio de características psicológicas, pero que no se reduce a datos psicológicos o psicofisiológicos. El temple es en este caso el foco personal del aque se deriva la conducta moral, foco que puede modificarse en el curso de la vida y que puede alterarse a veces radicalmente por medio de una conversión. El temple en el sentido scheleriano posee algunos rasgos “existenciales“, pero no equivale al Stimmung heideggeriano. Como indica Maurice Dupuy (La philosophie de Max Scheler [1959], vol. I, pág. 22), el temple se va revelando en el curso de la “historia“ de la persona. Es algo constante y permanente, pero a la vez algo que se constituye creadoramente.»

[José Ferrater Mora: Diccionario de filosofía, Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1969, t. II,  pp. 770-771]

«Statt Befindlichkeit schreibt Heidegger auch: die Stimmung, das Gestimmtsein (SuZ 134). Darunter soll nicht einfach das "Vorfinden eines seelischen Zustands" verstanden werden (SuZ 136). So wie man von propositionalen Einstellungen spricht, kann man Stimmungen als existenziale Einstellungen bezeichnen. Die Befindlichkeit ist die Art und Weise, wie das Dasein zu seinem Da oder seinen Seinsmöglichkeiten sich verhält. Befindlichkeit ist gleichursprünglich zu Rede und Verstehen, da das Dasein sich zu seinen Möglichkeiten, selbst zu sein, nur verhalten kann, insofern diese irgendwie verstanden und durch Rede strukturiert sind. Andererseits ist das Verstehen immer schon irgendwie gestimmt (SuZ 142), da es auch eine Weise des Daseins ist, sich zu seinen Möglichkeiten zu verhalten. Indem die Gestimmtheit die Möglichkeiten des Daseins, zu sein, erschließt, erschließt sie das, worum es dem Dasein geht. Während Rede und Verstehen es damit zu tun haben, wie das Dasein ist und welche Möglichkeiten es hat, ist die Befindlichkeit das Verhältnis des Daseins dazu, daß es diese Möglichkeiten hat. Heidegger schreibt, die Befindlichkeit erfasse die Geworfenheit, das ist die Faktizität der Überantwortung. Durch Befindlichkeit wird dem Dasein offenbar, daß es sich selbst überlassen ist, es begreift gewissermaßen, dass die Möglichkeiten, die es versteht, seine Möglichkeiten sind. Heidegger nennt drei Merkmale der Befindlichkeit: Sie erschließt das Dasein in seiner Geworfenheit, wenn auch nur, indem dies vor seiner Geworfenheit flieht (SuZ 136). Sie macht es erst möglich, dass das Dasein sich mit Dingen und Menschen in seiner Umwelt auseinandersetzt, da sie das In-der-Welt-sein immer schon als Ganzes erschlossen hat (SuZ 137). In der Befindlichkeit "liegt existenzial eine erschließende Angewiesenheit auf Welt" (SuZ 137). Sie stiftet den Bezug des Daseins auf seine Umwelt. Als verschiedene Modi der Befindlichkeit zählt Heidegger auf: Hoffnung, Freude, Begeisterung, Heiterkeit, Überdruß, Traurigkeit, Schwermut, Verzweiflung, Gleichgültigkeit, Gleichmut (SuZ 345).» [Heidegger: Befindlichkeit]

Catolicismo y protestantismo como formas de existencia.

El talante religioso.

«La teoría del talante católico y protestante de Aranguren se desarrolla más o menos en estos términos. Cada estado de ánimo nos difiere un aspecto de la realidad, muestra una cara distinta de la realidad. Modifiquemos el estado de ánimo y la visión real será otra, modificando de esta manera el estilo de vida y el sentido de la vida. Quien cree en un Dios polémico y terrible acabará haciéndose pusilánime, aterrado, desesperado. Quien confía en un Dios bondadoso, equitativo y amante, termina convirtiéndose en un ser sereno y alegre o termina siendo perezoso y temerariamente seguro de su salvación. Se puede concluir que cada cual busca la religión que mejor se acomoda a su habitual disposición de ánimo.

El vivir en un mundo católico o protestante es mucho más decisivo, para la conformación antropológica del individuo, que sus especiales características psíquicas. Dice Aranguren: " Nosotros distinguimos aquí las almas que viven en el mundo del Dios católico - del Dios universal- y las que se mueven en el ámbito del protestantismo, con todos los cambios que esta deformación religiosa había de producir en ellos ". Como podemos ver el " talante " que puede ofrecer - según Aranguren- el protestantismo, es una "deformación religiosa" por lo que todo el libro seguirá esta tesis de la verdad católica – universal - y la deformación protestante, aunque ésta sea hermosamente transformadora.

¿En qué se diferencian protestantes y católicos en cuanto al talante religioso, o al sentimiento de Dios ? La mística católica hace que el alma pueda acceder al Dios infinito y la criatura que es polvo, nada y miseria, como es imagen de Dios, puede ser otro Dios por la "unio mystica". El protestantismo abre un abismo infranqueable entre la criatura y El creador, porque el ser humano está " muerto en delitos y pecados " imposibilitado para cualquier acción salvadora. Como consecuencia de estas posturas radicalmente opuestas, los modos de vivir la experiencia religiosa son diversos. Para el católico no le obsesiona la religiosidad, no le preocupa; sólo la justa " religio ", porque si se peca por carta de menos, no cuidándose, despreocupándose de Dios, se es sólo negligente. Pero si se incurre en el exceso se puede caer en el hombre supersticiosus el lleno de escrúpulos, el angustiado por el terror divino.

Según Aranguren el protestante es un hombre supersticiosus, con miedo a la religión, como Lutero, pero también por el agradecimiento al " cuidado " de Dios. La habilidad dialéctica de Aranguren hace debilitar el gran descubrimiento de la gloria de Dios, el sacerdocio universal, y la fe en Cristo. A este respecto dice: " Esto es también el sentido atrozmente gravoso que toma, dentro del protestantismo, la afirmación de "sacerdocio general" de los fieles cristianos. Cada hombre es su propio sacerdote. No puede acudir como nosotros, cuando el peso del pecado nos doblega, a ningún " cura " porque la " cura ", el cuidado de sí, sólo a él incumbe. "Religión sin cálidad, de hombres desolados, condenados a perpetuo aislamiento". Este platillo monocorde y anacrónico, deforma la realidad trascendente religiosa y cristiana del protestantismo. Sólo Ortega parece ir más allá de Aranguren, cuando dice: " Desde el cristianismo la vida consiste en dedicación, entrega y destino interior, lo contrario al aguante antiguo de un destino eterno".»

[http://www.netcom.es/mleon/asturias_evangelica_16.htm#tres]

Teoría de José López Aranguren sobre el talante:

Catolicismo y protestantismo como formas de existencia, 1952.

El protestantismo y la moral, 1954.

La cultura española y la cultura establecida y Talante, juventud y moral, 1975.

El buen talante, 1985.

talante en textos y contextos

 

«Yo, señora, soy el gigante Caraculiambro, señor de la ínsula Malindrania, a quien venció en singular batalla el jamás como se debe alabado caballero don Quijote de la Mancha, el cual me mandó que me presentase ante vuestra merced, para que la vuestra grandeza disponga de mí a su talante»? (El Quijote)

«Talante y semblante de la lengua española.»

«Si yo veo bien las cosas, Dámaso fue un poeta enamorado de Rubén, Machado, Jiménez y los demás, que fue captado para el estudio literario y lingüístico por D. Américo Castro, por las lecturas de D. Ramón, por el Centro de Estudios Históricos. Y fue una gran suerte que, así, pudieran conjuntarse estudios y actitudes vitales que en otros países van por separado (cada uno en su «Fach»). Se continuaba así una tradición de Alejandría: recordemos a Calímaco, el poeta que fue bibliotecario del Museo y erudito. De otra parte, casi sólo en España estudiamos al tiempo la lengua y la literatura: así hizo Dámaso, antes de él D. Ramón, luego tantos otros en el campo del español y, por qué no decirlo, en el de las lenguas clásicas. Pienso que es una tradición que no debe perderse. Además, el talante poético de Dámaso contribuyó a limar las aristas del positivismo lingüístico que D. Ramón había importado de Alemania: él había iniciado ya esta vía. Su estudio de la lengua incluía matices históricos, sociales, literarios. Pero Dámaso fue más lejos: la unión de Lingüística y Literatura produjo sus estudios de Estilística -palabra que él aborrecía-.»

«Y así, se exige al Diccionario que sirva para descifrar lo escrito y lo hablado desde 1500 y, si ese material de extrarradio se omite, la Academia pasará por ignorante o estrecha; pero si lo integra se la inculpará por blanda. De igual modo, casi atentará contra nuestro propio tesoro, si da cabida a novedades recientes, y más, si se presentan vestidas con uves dobles y kas. Nuestra institución será, pues, aduana. Sin embargo, en nuestro tiempo está pujando una realidad nueva y cambiante que habla, y con cuánta fuerza, a la que es casi imposible no escuchar. Por si fuera poco, y por diferencias de cultura y talante de los hablantes, cada uno de nosotros opina acerca de lo que "está bien" en el idioma o no lo está.»

«Me van a permitir por ello, aun a riesgo de equivocarme al no ser capaz de destacar aquellos rasgos o aquellos puntos con los que el interesado se sentiría más de acuerdo, que siga trazando brevemente algunos aspectos de una semblanza o de un talante sobre su persona como escritor y como figura pública que son obligados destacar.»

«La moral es cosa vivida y expresa el lenguaje de la vida cotidiana. La ética es la reflexión sobre la moral. Ser moral representa estar entrenado para responder con altura humana, a cualquier reto que se nos presente. La perversión responde a la inmoralidad. El talante y el carácter son los polos de la ética, como expresaba Aranguren.»

«La obra en que Aranguren se dedica, con particular atención, a explicar el concepto de talante es Catolicismo y Protestantismo como formas de existencia. Posteriormente, volverá sobre el mismo tema, aunque con proyecciones más explícitas de carácter sociológico, en Talante, juventud y moral. Para un estudio más detenido del concepto de talante en la producción ensayística de Aranguren pueden consultarse los trabajos de Alain Guy, "La théorie du talante selon J.L.L. Aranguren," "L'ambivalence du talante religieux selon Aranguren" e Historia de la filosofía española, lo mismo que The Rhetoric of Humanism: Spanish Culture after Ortega y Gasset de Thomas Mermall y el artículo Francisco Javier Higuero: "Función evolutiva de tres bipolaridades temáticas en la obra de Aranguren".»

«Victoria Camps reclama una vuelta al talante ético y moral de Aranguren: Hablamos de ética, hablamos de práctica. Y los obstáculos para que la ética sea realmente práctica son una de las cuestiones fundamentales cara al siglo XXI. Por un lado, hay una tendencia a convertir la moral en derecho, a judicializar la moral, a que el discurso moral acabe siendo discurso jurídico. Quizá porque la moral pública se basa hoy en los derechos fundamentales, en el derecho a la libertad, y eso supone la ausencia de otro contenido. Por eso hace falta recuperar una moral personal, una identidad moral, eso que Aranguren llamaba el talante: la ética como carácter, el inicio de la ética como forma del carácter'.»

«Sin duda, es la cultura personal la auténticamente valiosa, la que determina el desarrollo de cada persona, la que permite que cada uno adquiera, como subraya López Aranguren, ese carácter moral, ese talante, esa personalidad que le configura y le define como tal.» (Francisco Tintos Lomas)

«Desde una perspectiva muy diferente a la anterior, se insiste en la idea de que una teoría de los valores, y en definitiva una teoría de lo moral, debe asumir su ineludible proyección política y social. No creemos en la posibilidad de considerar el discurso político y el discurso ético como discursos separados y rotos entre sí. El sentido pleno del concepto de democracia remite ‑como dice Aranguren, 1991, p. 211 ‑ "a un concepto moral y no meramente político, y se necesita una instancia ética que, en tensión con la instancia política, oficie de correctivo de esta última". Desde aquí, la diferencia entre el hombre político y el hombre ético es una diferencia de talante, de actitud, pero están siempre en relación de complementariedad.»

«El talante, el ethos dominante en nuestra sociedad, y por ende también en la denominada «clase política», deja bastante qué desear para ser considerado como un fuerte y profundo ethos democrático capaz de impregnar y cualificar su vida política como una dinámica democrática radical y eficazmente sana.» (José Antonio Pérez Tapias)

«El voluntario, la voluntaria, no e cha una mano: se com promete con el proyecto y con la causa de ese proyecto. Ser voluntario y voluntaria es "ser" y no sólo "hacer cosas". Y "ser voluntario y voluntaria" es actuar con un talante, tener ideas claras, saber por qué te has metido en ese asunto, y encontrarte en una organización que no te utiliza, sino que sabe tratarte com o una persona que tiene decisión, opinión e iniciativa. Ciertamente estamos en otros tiempos y ante una nueva realidad, lo cual obliga a replantearnos el papel y las ca racterísticas del, llamémoslo así, "nuevo voluntariado", pero esto no da ca rta blanca para hacer tabla rasa ni de nuestra capa un sayo y desvirt u a r una opción y un estilo de vida con un talante bien definido.» (José Alberto Vicente)

«Pero no es esto lo que ha constituido el núcleo central del aprecio y gratitud que siento por Aranguren. Otra cosa más bien: su talante -la palabra le pertenece- a la vez abierto y firme, sus chispas de travesura sobre el fondo de una seriedad que no necesita revestirse de ropones fúnebres y altos coturnos para tratar los asuntos esenciales.» (Fernando Savater)

«A Aranguren le gustaba hablar del talante y supo cultivar el suyo hasta hacerlo ejemplar. Creía que la moral era eso: la formación de un carácter, de un estilo de vivir, más que el ajuste a unas normas o deberes inflexibles. La ética del profesor, ética docente pero también ética vivida, como él mismo se ocupó de precisar, fue una puerta abierta hacia la innovación filosófica y una práctica cotidiana revulsiva y transformadora. El suyo fue un talante valiente y atrevido. No reparó en las consecuencias que a él, sólo a él, podrían depararle sus exabruptos y sus críticas. Se opuso al régimen franquista y le echaron de la universidad. Ahí se truncó una carrera académica brillante, que necesariamente tuvo que torcerse hacia otras formas de ejercer la docencia eincluso otras formas de escritura. Entendía la falta de moral como desmoralización, deserción de la vida. Por eso presumió siempre de su talante joven. Cultivó la juventud porque amaba la vida y quería vivirla intensamente y aprovecharla en todas sus posibilidades.» (Victoria Camps)

«Ante todo ello habrá que preguntarse si Aranguren ha cambiado sustancialmente, desde el punto de vista religioso, y habría que concluir que no. Que sólo ha habido un desarrollo de lo que bien leído se encontraba latente desde el principio en sus obras religiosas. Es cierto que a los protestantes españoles no les gustó su libro citado sobre el protestantismo, pero quiza no entendieron que la idea fundamental, de talante, que distingue lo católico de lo protestante, cada vez parece hacerse más evidente. Lo fundamental de la concepción aranguniana del talante es muy cierta: es la característica que ha tenido la influencia de las ideas de Aranguren en religión, su talante más que su contenido, que va evolucionando con el tiempo. Tuvo muchos amigos, de los que era entrañable amigo: lo mismo de sus alumnos que de sus conocidos y afines. Pero tenía también muchos enemigos doctrinales, lo mismo en la derecha que en la izquierda intemperantes.» (Enrique Miret Magdalena)

«Su reflexión ha estado siempre centrada, como bien puede deducirse por los títulos de sus obras, en los problemas éticos, con especial atención a su vertiente sociológica. Ha elaborado una teoría del «talante» para poder distinguir a continuación el talante religioso católico del protestante.» (François Aubral)

«Se distinguen tres condicionamientos de la libertad en la vida de cada hombre: el de su estructura psicobiológica, el de sus hábitos adquiridos y el de su situación social. El primero, que corresponde al «talante», había sido desarrollado principalmente en Catolicismo y protestantismo como formas de existencia (1952), y da lugar en la Ética a la afirmación de que «la moral pensada debe mantenerse abierta a la moral vivida». El segundo indica el modo en que se configura nuestra personalidad moral o ethos y, desplazando el lugar central que ocupaba el concepto de talante (forma natural de enfrentarse con la realidad) en la obra citada, este ethos o carácter moral se constituye en el objeto de la ética. El tercero, es decir el condicionamiento de nuestra situación social, se erige como un elemento decisivo en las elaboraciones ulteriores, ya sea en sus escritos sobre crítica moral (Propuestas morales, 1984), ya en las más diversas reflexiones acerca de la situación política y social de la época. Además de analizar el desarrollo histórico de las relaciones existentes entre la actitud religiosa y la actitud ética, cuestión que está presente en gran parte de la actividad teórica de Aranguren, su Ética permite comprobar cómo las obras siguientes mantienen una fidelidad básica a aquellos enunciados: que «el hombre es constitutivamente moral» y que «el ethos personal debe abrirse al ethos social.» (Enciclopedia de la filosofía, Garzanti / Ediciones B, Barcelona 1992, página 52)

«Aranguren es un pensador esencialmente crítico por talante, profesional del inconformismo y agitador de conciencias por convicción. El talante como categoría moral, por Carlos Thiebaut, en: ISEGORÍA. Revista de Filosofía Moral y Política Nº 15 (Abril 1997) «Adiós a Aranguren.»

«El primer rasgo de la sensibilidad moral -una sensibilidad pasiva que puede ser educada- se 
complementa con el segundo -una
sensibilidad activa que percibe la complejidad y relevancia de determinados rasgos en una circunstancia- a la hora de determinar el carácter de qué es esa manera elegida y electiva de ser y de hacer que constituye la virtud. El acento aristotélico en la conformación de esa sensibilidad moral ha sido tradicionalmente comprendido como un acento sobre la constitución de la personalidad moral en tanto carácter o, por decirlo arangurenianamente, en tanto talante. En la medida en que ese acento se entienda, como sugeriremos en la tercera de las notas que este epígrafe quiere descubrir en los planteamientos aristotélicos, como producto de un proceso de aprendizaje, es decir, como conformación de una disposición básica que determina la proclividad a determinados tipos de acciones y de interacciones, y en la medida en que la conformación de ese carácter ponga también de relieve el carácter activo del sujeto al automodelarse en esas acciones e interacciones y al comportarse como sujeto moral, la constitución de la sensibilidad moral no puede separarse de un cierto tipo de conocimiento moral: una sensibilidad enriquecida y compleja percibirá mejor los rasgos de una circunstancia; un sujeto poseedor de esa sensibilidad sabrá mejor la relevancia moral de una cuestión. Como McDowell y Nussbaum han argumentado, el razonamiento práctico no podría segregarse de aquella sensibilidad, sino que habría de entenderse como uno de sus momentos, aunque sea un momento central.» (Carlos Thiebaut: „Virtud“, en: Ética,  págs. 427 ss.) 

«Tanto se ha hablado del talante emprendedor de Vigo y sus alrededores que algunos han podido pensar que el caballo no necesita jinete.»

«En términos políticos, 2002 ha sido un año negativo para el partido del Gobierno. Las últimas encuestas reflejan una mengua notable en el apoyo que los ciudadanos otorgan al Partido Popular. La desafección es particularmente llamativa entre los sectores juveniles y, por primera vez en los últimos siete años, el PSOE supera a los populares en intención de voto. Probablemente estamos ante un fenómeno que obedece a un conjunto de causas -desaciertos en la acción de Gobierno, cambio del ciclo económico, etc.- pero todas ellas están entreveradas por un factor común: el talante antipático y en ocasiones autoritario con el que el presidente Aznar impregna sus actuaciones. Si analizásemos una a una todas las acciones gubernamentales que han generado polémica -desde el decretazo que pretendió laminar los subsidios de desempleo a la reforma de la Enseñanza o la crisis que ha provocada la catástrofe del Prestige- veríamos que, con el presidente marcando rumbo en todas ellas, hay una primera fase en la que la actuación del Ejecutivo ha sido olímpica, distante hasta rozar cotas de soberbia.»

«El significado de esta voz ha variado considerablemente al correr de los tiempos, hasta el extremo de que el más usado actualmente dista mucho de compenetrarse con el primitivo. Éste aludiría de modo exclusivo al talante general, y al conjunto de sus características, de la plástica realizada por griegos y romanos más o menos desde el S. VI a. C. hasta los finales del Imperio romano, un tanto arbitrariamente, toda vez que en el mismo dictado se incluían procedimientos del todo diferentes.»

«Ya enterrado el surrealismo, tratemos ahora de perfilar sus gracias y desgracias, así como el talante de los más característicos de sus integrantes. Para comenzar, ¿no habíamos quedado en que el surrealismo era un movimiento novísimo, revolucionario y enemigo de toda convención referente al pasado?»

«Por desgracia, todo este auténtico renacimiento altomedieval, del que Oviedo era centro, se yuguló al trasladarse la corte a León, y el talante románico ovetense es bastante más pobre.»

«Las aportaciones de los PP., aunque valiosas, no dejan definitivamente zanjado el problema de los atributos por las razones antes apuntadas. Por eso, la cuestión vuelve a plantearse más profundamente al comienzo de la Escolástica a raíz de la discusión entre nominalistas y realistas sobre el valor de los universales y, sobre todo, cuando el filósofo judío Maimónides en su obra Guía de extraviados exalta de tal forma la incomprensibilidad e inefabilidad de Dios, que su teología presenta un claro talante nominalista y agnóstico

«Die Brücke, que, a partir de 1906, había montado exposiciones colectivas, dando fe de vida del expresionismo, se disuelve en 1913. Pero su espíritu se trasladó a otro grupo del mismo talante, originado por la Secesión de Munich y vigente desde finales de 1911.»

«"La zambomba" se caracteriza por la salva de cantares que en ella se entonan, y que va del villancico tradicional y del romance dedicado a narrar los episodios de Nacimiento de Jesús o las virtudes de la Virgen a la mojiganga bailable, a la dicharachera canción de cada comarca, incluso a las coplas pícaras, propias del talante de la gente bajoandaluza, y exponente de gracia natural para versificar divirtiéndose. Toda una gama de genuinos aires y giros musicales aparecen y se difunden.»

«Lo maravilloso se producía cuando, por separado, les preguntaba a esos niños: ¿Qué es lo que más te ha gustado de este cuento?, y cada uno me contaba una historia diferente. Esta es la grandeza de la literatura: el lector también contribuye, según su talante  y estado de ánimo. La literatura es el ejercicio más solitario de cuantos existen, pero a la vez el más acompañado; aunque no sepas quién es tu compañero, siempre hay un lector que crea y recrea el libro, porque para cada lector el libro es distinto.»

«El “yuppismo" es la enfermedad posestúpida del mundo intelectual. Y aquí, en España, nos sobran historias y anécdotas que avalan esta ir solvente realidad. Esta sociedad civil, libre y confiada, no es que haya generado sino que, realmente, "ha supurado" una gran cantidad de gérmenes y especímenes que pululan en el entorno de la cultura, y del mundo editorial en particular, como podrían estar en la Bolsa de Madrid o Barcelona, con el mismo talante de mercachifles y el atolondrado desconocimiento de los analfabetos que han llegado ya no solo a su propio principio de Peter, sino a la gloria de "la posestupidez". Así, actúan con la serenidad sin compromiso que exige la empresa, de modo que tratan de leer un libro y de admirar a un autor tal como huelen un jabón o prueban el último cashemire que hay que lanzar al mercado.»

«El  talante de la izquierda dura es bien claro. Marcelino Camacho lo acaba de exponer en nuestro periódico. Frente al Gobierno y a los empresarios, es preciso «concentrar más fuerza en un lugar determinado, con el fin de vencer, abrir una grieta, romper ese frente». La tensión está ahí, a la vista de todos. ¿Existe la misma claridad en la política económica del Gobierno? ¿Ha decidido sostenerla con firmeza?»

«Manuel Rial y el PSOE acreditaron una capacidad de gestión, de estabilidad de la vida municipal, donde hay un antes y un después. Su gestión y talante permitieron la transparencia, acabándose el ocultismo y la opacidad y la crispación política en la vida municipal. Sin embargo, por parte de otros grupos políticos no se entiende ese encallanamiento de la vida política, de utilizar permanentemente recursos por la vía judicial, y estar en una línea de acción que creo que no se merece la ciudadanía de este concello, ni tampoco el trabajo, la honradez y el rigor de un alcalde como Manuel Rial.»

temple en textos y contextos

 

«He tenido la suerte de ver a la Real en directo una docena de veces en el Bernabéu. Es cierto que, de entrada, impresiona. Pero no lo es menos que se trata de un campo que invita a jugar al fútbol. Hace falta, por supuesto mucho temple, mucha cabeza, mucha calidad y mucho acierto. Pero también hace falta que te dejen jugar. Y no me refiero únicamente al Real Madrid, que lo pondrá difícil, sino a otros factores que también necesitan un especial temple para tener acierto en su labor.»

«Miguel Angel Franco estuvo soberbio en los lances de recibo, con un toreo elegante y muy pausado. Ya con la muleta fue ahormando  la embestida de un novillo encastado y muy codicioso, construyendo una gran faena a base de mucho mando, temple y gusto. Faena lenta y sentida, poniendo de pie al respetable.»

«Se fue Enrique Guillén muy decidido a puertagayola a saludar a su oponente, cuajando en los medios una serie de verónicas muy sentidas. En la muleta se encontró un animal muy parado y esperando mucho, pero el joven espada muy pausado y claro de ideas, lo entendió y construyó una faena de gran mérito, llevándolo muy tapado y sin dudarle. Faena medida a un oponente bronco del que estuvo muy por encima el novillero con mucho temple, gusto y valentía.»

«El torero francés Sebastián Castella fue el triunfador de la tarde. Tiene clase, se sabe colocar en el sitio preciso y torea con mucho temple

«Peñarol igualó en un tanto contra Vasco da Gama en Río de Janeiro con gol anotado por el goleador internacional José María Franco, y se acerca a la segunda fase de la Mercosur. Nuevamente comenzamos perdiendo, y de atrás, con mucho temple y fútbol logramos rescatar una unidad que sirve y de mucho, no solamente por el punto que se suma en la tabla, sino también por los que deja de sumar Vasco, quien a esta altura está prácticamente eliminado.»

«Cuando los funcionarios de FUNDABIEM se enteraron de la opinión de la entonces gobernadora departamental de Guatemala, licenciada Lucrecia Marroquín de Palomo, encaminaron sus gestiones ante las autoridades superiores que decidieron autorizar la realización de la Teletón este año, pensando que la Licenciada Lucrecia Marroquín de Palomo estaría dispuesta a cambiar su forma de pensar en torno a esta situación, sin sospechar que la ex funcionaria mantendría su posición dada su formación moral y ética, lo cual pone en evidencia su personalidad y temple, porque no le preocupó tener que abandonar el cargo por renuncia para mantener invariable su formación moral. En la época que vivimos es difícil observar este tipo de actitudes que nos obliga a expresar nuestra admiración y respeto a la ex gobernadora del departamento de Guatemala, pues en una actitud de mucho temple nos dio una excelente lección de cómo se defiende el derecho a disentir no caprichoso, sino inspirado en la correcta formación moral y ética. "La mejor guía del entendimiento práctico es la moral" Balmes.»

«También hemos visto que hay una sauna, un jardín más amplio y un corral más variopinto, pero lo que nosotros queríamos era conocer a los Grandes Hermanos. Carlos, un chulito de Hospitalet; Eva, una madre joven; Ángel, un guaperillas criminólogo que recuerda al "pisha"; Karola, una chiquilla la mar de divertida; Alonso, un ligoncete al puro estilo mafia; Kaiet, un adicto a la telefonía móvil; Emilio, un macarra de cuidado; Marta, una atlética con mucho temple; Fayna, la canaria sabrosona; Carmen, la vendedora de cosméticos; Fran, el ganadero y Sabrina, ricitos de oro. Estos son los doce integrantes de la nueva edición de Gran Hermano.»

«Reciban todos un saludo desde Corrientes, Argentina y espero que este próximo ciclo lectivo sea lo menos traumático posible; yo viví aquí en mi provincia todo lo que la mayoría de las provincias y sobre todo la capital está pasando ahora, es muy duro y requiere mucho temple. Los famosos cacerolazos son sólo una nube en el resto de lucha, si no hay continuidad y apoyo masivo, no da resultado.»

«O uno tiene mucho temple para aceptar esa vida "a contrapelo", aguantando las incomprensiones de quienes le rodean o incluso las burlas de quienes piensan que uno anda perdiendo el tiempo; o termina por adaptarse al estilo de vida de la mayoría, valorando, luchando y buscando conseguir exactamente las mismas cosas que cualquier otro, aunque conservando, por la razón que sea, esa capa externa de religiosidad, reducida a su más mínima expresión: unas cuantas prácticas más o menos interesantes.»

«Jesús da ánimos a los suyos. Las bienaventuranzas que hemos leído hoy pueden tener muchas lecturas, muchas interpretaciones; una de ellas es la de verlas como las palabras que Jesús nos dirige para que seamos del primero de los grupos que acabamos de mencionar, para que seamos personas de temple, para que no nos amoldemos cómodamente a la mayoría, para que no nos dejemos arrastrar por la corriente, para que no nos dejemos llevar por el desánimo.»

«Este Lobo ganador apareció en todo su esplendor en las instancias decisivas del Torneo Nacional de Ascenso. Primero, sufriendo más de la cuenta antes de eliminar a La Unión de Colón en el quinto partido, y ahora con un básquet digno de un equipo que quiere ser campeón: ante los cordobeses defendió la localía con mucho temple y gran jerarquía y cuando le dieron la oportunidad de "matar" no perdonó.»

«"Operación triunfo" lleva visos de convertirse en un fenómeno de masas. Este concurso musical se alzó el lunes como el programa más visto del mes con 4,9 millones de espectadores y un 33,3% de cuota de pantalla. La protagonista fue Geno Machado, la canaria de 19 años que ha sido la primera en abandonar el concurso. Debería estar triste, y en parte lo está, pero reconoce que ha sido una "afortunada". Geno tiene mucho temple y lo demostró en su despedida. "Aún estoy sorprendida por cómo fui capaz de salir y cantar sin derrumbarme. El público, en vez de imponerme me dio fuerza. Sólo una asignatura se le resistió, la danza,"las canarias nacemos con el baile dentro, pero bailamos con el corazón, no con coreografías".»

«Hablar de la gran época "dorada" de la televisión venezolana, es traer a nuestra mente nombres como los de Marina Baura, Doris Wells, José Bardina, José Luís Rodríguez, Raúl Amundaray y por supuesto no puede faltar el de una de las galanas más hermosas y talentosas que tuvieron los dramáticos criollos: Pierina España. Mujer de mucho temple, que cada vez le imprimía el sello de profesionalismo a cada uno de sus trabajos cargados de esa pasión que sentía y siente ante cada nuevo proyecto».

«La cumbre que domina el paisaje es el Huayna Picchu, que, increíblemente, también contiene ruinas y terrazas de cultivo en su cima, incluso en lugares muy escarpados. Es accesible siguiendo un sendero igualmente increíble que en caso alguno resulta apto para quienes no tengan mucho temple o teman a las alturas.»

«En Una visita a las islas de la Madera, Azores y en Un crucero por Argelia y Túnez nos enseña el Almirante Estrada su fiesta de escritor viajero, que me es tan especialmente grata, y en La mar, su discurso de recepción en esta Casa, y en los de contestación a los de las recepciones del Duque de la Torre y de Julio Palacios, nos muestra la mesurada e inteligente esquina académica de su personalidad. Todo esto unido a su, por todos conocida, hombría de bien, a su acrisolado temple, a su noble carácter y a su trato afable, hace que resulte para mí un placer - que me honro en declarar y pregonar - el cumplimiento de esta plausible y acostumbrada norma académica de recordar al hombre al que se sucede.»

El temple de tener 47 malos recuerdos

Antonio Burgos

El Mundo, viernes 2 de marzo del 2001

Temple. La palabra es temple. Yo sabía que Jaime Mayor Oreja estaba sobrado de temple. Ha llevado durante muchos años al toro más difícil con la muleta planchada, sin que ningún derrote le haya hecho descomponer la figura, aguantando y tragando. ¡No ha tragado nada...! Ahora compruebo que ese temple de los momentos duros lo conserva también en los instantes de alegría. No es de los que se vuelven locos dando la vuelta al ruedo. Con la valoración máxima en la cotización popular y tras haber sido nombrado depositario de todas las esperanzas de libertad para el País Vasco, a otro cualquiera se le habrían subido las encuestas a la cabeza y calentado la boca, diciendo que a galopar hasta enterrarlos en el mar...

Dije una vez que en esa prueba ética para los políticos que es el supuesto de la compra de un coche de segunda mano, yo estaba dispuesto a comprarle a Mayor Oreja el primer vehículo que me ofreciera, aunque tuviera 300.000 kilómetros y ni una sola ITV pasada. Tras oírlo en su despedida como ministro del Interior, me reafirmo en comprarle el coche de segunda mano que me ofrezca, y sin mirar. Por su lección de temple. Es un político con memoria, en esta nación donde la amnesia es una floreciente y rentable industria. Otro cualquiera en su caso se hubiera puesto a enumerar uno detrás de otro comandos desarticulados, pisos francos localizados, señaladores de objetivos enchiquerados. Otro cualquiera, sin su temple, se hubiera acordado de las tardes de gloria, que no fueron pocas. Pero tomando algo tan poco consumido en política como rabitos de pasas, Jaime Mayor hizo todo lo contrario. Se acordó con toda dignidad, con toda serenidad, con todo temple, que es la palabra, de 47 ciudadanos asesinados. De 47 aparentes fracasos. Y tuvo luego la franqueza de reconocer que sus peores 48 horas fueron cuando uno de esos 47 españoles, Miguel Angel Blanco, era asesinado a cámara lenta, en aquel corredor de la muerte donde estuvo España entera. Un pueblo que puede votar como presidente a un hombre con este temple se merece un futuro de esperanza como el que representa.

Ni que decir tiene que todo esto lo digo sin bajarme de mi tanqueta de la Brunete Mediática. Una tanqueta de segunda mano, por cierto, que le compré a Jaime Mayor Oreja sin mirar y que no vean lo buena que me ha salido...

Befindlichkeit / Gesinnung en textos y contextos

 

«Was den Zustand der FPÖ betrifft, zeigte sich Khol zurückhaltend. "Ich kann nicht die innere Befidlichkeit der FPÖ beurteilen. Wir werden am Ende der Verhandlungen zu beurteilen haben, ob die FPÖ ihren Klärungsprozess abgeschlossen hat."»

«Analyse über die Befindlichkeit derausländischen Studierenden in Chemnitz. Das Analyseteam untersuchte die soziale Befindlichkeit aus einer wirtschaftlischen und einer soziologischen Perspektive.»

«Im zerschnittenen Himmel von den Jets zur Übung zerflogen hängt sie mit ausgebreiteten Schwingen ohne Schlaf, und starren Blicks in Richtung Trümmer hinter ihr die Zukunft aufgetürmt steigt sie langsam immer höher übersieht letztendlich das ganze Land. Was ist die Befindlichkeit des Landes?»

«Arnim-Baas Annabel von Befindlichkeit von Frauen im Klimakterium. Persönlichkeit Berufstätigkeit und  Beschwerdebild.»

«GAK-Philosophie oder die innere Befindlichkeit der Roten. Unter den Völkchen der Fußballfans Österreichs sind sie vielleicht die komplizierteste Spezies und zugleich ein Erlesenes. Ihnen ist gemein, dass sie unbunte und fade Farben wie schwarz und weiss geradezu hassen, ihr Glück bettet sich in leuchtendem Rot. Meist sind sie Ästheten, technisch hochklassiger Fußball entlockt ihnen tiefe Genugtuung.»

«Im Mittelpunkt des Projekts steht die Befragung von ca. 400 türkischen und deutschen Schülerinnen und Schülern. Sie zielt auf eine umfassende Analyse der Zusammenhänge zwischen sozialer Distanz, jugendtypischen Problemlagen und Aspekten der psychosozialen Befindlichkeit. Grundlegendes Anliegen ist dabei, diejenigen Faktoren zu identifizieren und in Beziehung zu setzen, die die Qualität der intra- und interethnischen Kontakte der Jugendlichen in Schule und Freizeit maßgeblich bestimmen.
Besonderes Interesse gilt der Frage, welche Möglichkeiten den Jugendlichen zur Verfügung stehen, eine positive soziale Identität aufzubauen, und welche Rolle dabei Aspekte der psychosozialen Befindlichkeit sowie Einstellungstendenzen spielen.»

«Der Zusammenhang zwischen elterlichem Erziehungsverhalten und schulischer Befindlichkeit wird in vielen Untersuchungen bestätigt.» 

«Der Biomedizin wird in westlichen Industriegesellschaften ein objektiver Charakter zugesprochen. Das macht es schwer, Medizinsysteme im Kulturvergleich zu verstehen. Tendenziell werden Vorstellungen und Praktiken der Befindlichkeit und des Körpers auf ihren "biomedizinischen Kern" hin abgeklopft. Was dabei zur Seite fällt, wird dann häufig als "kulturelles Beiwerk" abgetan. Dieser Band versammelt Beiträge, die anhand von ethnologischen Feldstudien und theoretischen Auseinandersetzungen für mehrere Kulturen aufzeigen, daß Befindlichkeit immer ein gesellschaftlich konstruiertes Phänomen ist.»

«Emotionale Befindlichkeit wurde bislang als wichtige Komponente des Wissenserwerbs vernachlässigt. Empirische Untersuchungen allerdings zeigen, dass Emotionen zentrale Bedeutung für Unterricht und Lernen haben. Wahrnehmungs- und Gedächtnisleistungen werden emotionsabhängig gespeichert, d.h. Emotionen können in direkter Weise problemlösendes Denken und Handeln blockieren, fördern, oder qualitativ prägen. Somit ist die emotionale Befindlichkeit zentral für den Wissens- und Kompetenzzuwachs des einzelnen Individuums.

Wie wirkt sich Selbstorganisiertes Lernen auf die emotionale Befindlichkeit des Lernenden aus? Hier wird insbesondere auf die Kommunikation innerhalb von Lerngruppen fokussiert. Welche Wechselwirkungen sind zwischen emotionaler Befindlichkeit und Lernergebnissen festzustellen?»

«So ist Prof. Dr. Eduard Stäuble, auf Grund seiner entsprechenden Vorleistungen folgerichtig, zum Präsident der Stiftung für Abendländische Besinnung berufen worden. Und jetzt beschreibt er, darüber mehr belesen als über die Grundlagen der Lebenserfüllung, das Vulgärbewusstsein das diese Epoche in der Massenmentalität prägt. Selbst darüber hinaus zweifelnd, steht er daraufhin angesprochen selbst dem als Normalzustand vertuschten Nichts, zwar als Abendländische Gesinnung schöngeredet, gegenüber.»

«Mit dieser Mentalität würden wir heute noch in Höhlen leben! Deshalb reagiert auch die offizielle Schweiz so allergisch auf die Beschleunigungsinitative! Auch die, welcher volle hundert Jahre vor der Überwindung der Pest, die Methode zu deren Verhinderung, Hygiene, erkannt hatten, worden so am Wirken gehindert, zum Preise von hundert Jahre sinnloser Pest in Europa; neben dem auch in zwei Weltkriegen unverdauten Dreissigjährigen Krieg  wahrlich Zeugnis abendländischer Gesinnung

«Gesinnung ist ein Zauberspruch der Magiekundigen. Mit ihm läßt sich die Gesinnung eines Lebewesens einschätzen. Ist es ein gutes oder ein teuflisches Wesen? Dies könnte bei einer Entscheidung wichtig sein, wenn der Spieler seine eigene Gesinnung in einem bestimmten Rahmen halten will.»

«Rechte Gesinnung, sage ich, ist von zweierlei Art: es gibt eine rechte Gesinnung, die noch den Trieben unterworfen ist, verdienstvoll ist und weltlichen Lohn bringt; und es gibt eine rechte Gesinnung, die edel ist, triebfrei, überweltlich und zum edlen Pfade gehört.»

«Entsagende Gesinnung, haßlose Gesinnung, friedfertige Gesinnung, das ist eine rechte Gesinnung, die noch den Trieben unterworfen ist, verdienstvoll ist und weltlichen Lohn bringt.»

«Somit gibt es drei Dinge, die die rechte Gesinnung begleiten und ihr folgen, nämlich: rechte Erkenntnis, rechte Anstrengung und rechte Achtsamkeit.»

«Selbst wenn da einem ein Räuber mit einer doppelgriffigen Säge Gelenke und Glieder durchschneidet, so würde, wer da in Zorn geriete, nicht meine Weisung befolgen. Da hat man sich nun also zu üben: ,Nicht soll mein Geist außer sich geraten! Nicht darf ich üble Worte äußern! Von Wohlwollen und gütiger Gesinnung erfüllt will ich bleiben, ohne Groll in meinem Innern; und jene Person will ich mit gütiger Gesinnung durchdringen, und darauf gestützt will ich die ganze Welt mit gütigem Geiste durchdringen, einem weiten, entfalteten, unbeschränkten, frei von Haß und Übelwollen.»

«In vielen Rollenspielsystemen trifft man bei der Erschaffung eines Charakters auf die Forderung die "Gesinnung" festzulegen. Damit ist die Geisteshaltung der Figur gemeint, die als Grundlage aller Handlungen dient, also eigentlich die grundlegende Eigenschaft, die einen Charakter ausmacht. Angeboten werden zum Beispiel die Abstufungen schwarz/grau/weiß oder rechtschaffen/gut/neutral/böse/chaotisch, welche dann in kurzen Worten mit stereotypen Inhalten gefüllt werden. Den Spielern wird meist nahegelegt, rechtschaffen, gut oder wenigstens neutral zu sein - die Bösen sind immer die anderen. Über das Wesen der Gesinnung und welche Gesinnung die beste sei, sprachen wir mit dem Philosophen Wi Den Nu: ...»

«Während "weiße" und neutrale Charaktere sich mehr oder weniger gut in eine Gruppe einfügen, entsteht ein Problem für den Rollenspieler, wenn er innerhalb einer Spielergruppe eine "schwarze" Gesinnung darstellen möchte. Dies ist als "böser" Charakter im obigen Sinne eigentlich nur möglich, wenn die gesamte Gruppe entsprechende "böse" Ziele verfolgt. Dies dürfte aber normalerweise nicht der Fall sein.»

«Ebenen der Gesinnung. Ein böser Mensch ist böse aufgrund des Neides. Aus Egoismus und Ärger beklagt er sich über sogenannte Ungerechtigkeiten. Ein gütiger Mensch ist immer barmherzig. Ohne Beschwerde und Haß hält er die Leiden für Freude. Ein erleuchteter Mensch ist frei von Eigensinn. Ruhig beobachtet er die Menschen auf dieser Welt, die durch die Illusion verwirrt sind.»

«Pop-Band mit Gesinnung. Die britische Band Chumbawamba im Interview. Der Hit "Tubthumping" katapultierte die politisch engagierte Band Chumbawamba 1997 aus der Indie-Ecke an die Spitze der Charts. Über ihre Rückkehr auf den Boden der Tatsachen und über politsche Pop-Musik sprechen sie im ZDFonline-Interview mit Ingo Frommer.»

«Die Gesinnung Christi haben. „Ein jeglicher sei gesinnt, wie Jesus Christus auch war" (Philipper 2, 5, Lutherbibel 1912). Weshalb diese deutliche Aussage darüber, gesinnt zu sein wie Christus? Unser Geist ist der Sitz unseres Intellekts und kontrolliert unsere Gesinnung in Gedanken und bei Handlungen. Können wir darin wirklich die Gesinnung Christi haben? Schließlich ist Jesus Christus der Sohn Gottes. Er ist der Teil der Gottheit, der als „das Wort" oder der Sprecher alle Dinge erschaffen hat (Johannes 1, 1-3). „Denn in ihm ist alles geschaffen, was im Himmel und auf Erden ist, das Sichtbare und das Unsichtbare, es seien Throne oder Herrschaften oder Mächte oder Gewalten; es ist alles durch ihn und zu ihm geschaffen. Und er ist vor allem und es besteht alles in ihm" (Kolosser 1, 16-17).»

«Nachdem wir Gottes Geist haben, wie können wir dann wissen, ob wir die Gesinnung Christi haben? Wie können wir wissen, ob die Art, wie wir denken oder handeln, die Gesinnung Christi widerspiegelt? Wir wissen es, wenn wir unser Leben, so wie wir es leben, wie wir denken und handeln, mit seinem Leben vergleichen. Was hat Jesus getan? Was waren seine Charaktereigenschaften

Otros conceptos afines

 

ambiente (Del lat. ambĭens, -entis, que rodea o cerca)

1. adj. Dicho de un fluido: Que rodea un cuerpo.

2. m. Aire o atmósfera.

3. m. Condiciones o circunstancias físicas, sociales, económicas, etc., de un lugar, de una reunión, de una colectividad o de una época.

4. m. Grupo, estrato o sector social. Ambientes intelectuales, populares, aristocráticos.

5. m. Actitud de un grupo social o de un conjunto de personas respecto de alguien o algo. Juan tiene buen ambiente entre sus colegas. La propuesta encontró mal ambiente.

6. m. Pint. Efecto de la perspectiva aérea que presta corporeidad a lo pintado y finge las distancias.

7. m. Am. Habitación de una casa.

de ambiente

1. loc. adj. Col. Dicho de una persona: hospitalaria (que acoge con agrado).

actitud (Del lat. *actitūdo) [dt. Haltung / Einstellung]

3. f. Disposición de ánimo manifestada de algún modo. Actitud benévola, pacífica, amenazadora, de una persona, de un partido, de un gobierno.

tono (Del lat. tonus, y este del gr. τόνoς, tensión) [dt. Tonlage / Ton / Klang / Spannkraft]

1. m. Cualidad de los sonidos, dependiente de su frecuencia, que permite ordenarlos de graves a agudos.

2. m. Inflexión de la voz y modo particular de decir algo, según la intención o el estado de ánimo de quien habla.

3. m. Señal acústica que suena en el auricular del teléfono para indicar que hay línea.

4. m. Cada una de las señales acústicas que suenan en el auricular del teléfono una vez marcado el número con el que se desea establecer comunicación.

5. m. Carácter o modo particular de la expresión y del estilo de un texto según el asunto que trata o el estado de ánimo que pretende reflejar.

7. m. Energía, vigor, fuerza.

8. m. Lustre, distinción, elegancia.

9. m. Orientación ideológica o moral. La reunión tuvo un tono reivindicativo. [DRAE]

trapío

Schneid haben / Mumm haben > tener agallas / tener coraje

tener aire garboso > schwungvoll sein

talante en textos clásicos

[Fuente: Diccionario de Construcción y Régimen de la lengua Castellana,
de Rufino José Cuervo]

 

«Desí fuérzalo su talante, et aprívalo, et mete sus cosas en su mano.» Ib.

«De mal talante y poco á poco llegó á subir Sancho, y, acomodándose lo mejor que pudo en las ancas, las halló algo duras y no nada blandas.» Id. ib. 2. 41 (R. 1. 4892).

«Asaz melancólicos y de mal talante llegaron á sus animales caballero y escudero.» Cerv. Quij. 2. 30 (R. 1. 4671).

«Parescia muy alongado de la carrera de la salvacion, et por esto estaba el ermitaño de muy mal talante et muy lejano de cuidar que este sería su compañero.» Id. ib. 4 (R. 51. 3732).

«Bien parece la mesura en las fermosas, y es mucha sandez, además, la risa que de leve causa procede; pero non vos lo digo porque, os acuitedes ni mostredes mal talante Cerv. Quij. 1. 2 (Cl. C. 4. 79).

«Bien te puedes llamar dichosa sobre cuantas hoy viven sobre la tierra, oh sobre las bellas bella Dulcinea del Toboso, pues te cupo en suerte tener sujeto y rendido á toda tu voluntad é talante á un tan valiente y tan nombrado caballero como lo es y será D.Quijote de la Mancha.» Cerv. Quij. 1. 4 (R. 1. 2631).

«En diciendo esto, ordenó S. A. al duque de Escalona, don Diego López de Pacheco, que calzase á Pulgar las espuelas, como lo hizo de buen talante aquel bizarro caudillo, calzándole unas doradas que él propio traía.» M. de la Rosa, H. P. del Pulgar (4. 31).

«Non vos lo digo porque os acuitedes ni mostredes mal talante, que el mío non es de ál que de serviros.» Id. ib. 1. 2 (R. 1. 2591).

«Las graçias, sy quiere agradecimiento, que non merece la rrudesa mia, sean otorgadas al talante mio bueno.» Villena, Arte cis. carta remisoria (115).

«Lo mejor será que no digas á nadie si voy, ni cuándo voy, para que yo pueda descansar á mi talante, suponiendo que ya me habrás buscado cerca de tu casa alguna habitación en que pueda pasar siquiera medio mes.» Mor. Obr. póst. 2, p. 309.

Flexible: Dicho del carácter o talante de las personas, Que se acomoda sin dificultad al dictamen o resolución de otro.

«Descubriendo su seco y polvoroso rostro, con gentil talante y voz reposada les dijo: ---.» Cerv. Quij. 1. 5 (R. 1. 259²).

«Bien parece la mesura en las fermosas, y es mucha sandez, además, la risa que de leve causa procede; pero non vos lo digo porque, os acuitedes ni mostredes mal talante Cerv. Quij. 1. 2 (Cl. C. 4. 79).

«La vuestra fermosura, señora mía, puede facer de su persona lo que más le viniere en talante, porque ya la soberbia de vuestros robadores yace por el suelo, derribada por este mi fuerte brazo.» Cerv. Quij. 1. 8 (Cl. C. 4. 904).

temple en textos clásicos

[Fuente: Diccionario de Construcción y Régimen de la lengua Castellana,
de Rufino José Cuervo]

 

«Aclimatizar: Connaturalizar, acostumbrar al clima (trans.). Dícese con propiedad de las plantas cuando se introduce su cultivo en algún país de diferente temple

Acostumbrando el cuerpo á la intemperie y los trabajos --- fue adquiriendo aquel temple y vigor que había de ostentar algún día.» M. de la Rosa, H. P. del Pulgar (4. 8).

«No aguardes ni confíes que el discurso del tiempo temple la justa saña que contra ti tengo, ni quieras amontonar los agravios.» Cerv. Nov. 6 (R. 1. 1671).

«Esta llama de amor es el espíritu de su Esposo, que es el Espíritu Santo, al cual siente ya el alma en sí, no sólo como fuego que la tiene consumida y transformada en suave amor, sino como fuego que, ardiendo en ella, echa llama, y aquella llama baña al alma en gloria y la refresca con temple de vida eterna.» S. Juan de la Cruz, Llama de amor, 1. 1 (R. 27.2181).

«Otros tercetos, y no pocos, se encuentran aquí y allá de igual temple y de igual gusto: pero buenos como por acaso.» Quint. Cervantes, apénd. 3 (R. 19. 1031).

«El poder supremo, aunque de pocos días, da á veces temple á los más humildes, y tono elevado aun á los más zafios y miserables.» A. Saav. Masan. 1. 14 (5. 108).

«Era imposible que un hombre de este temple se aviniese á depender de Almagro.» Id. Pizarro (R. 19. 3142). «Más que aterrar, á enternecer se avino.» Id. Reglas del drama, 2 (R. 19. 772).

Benigno: Dícese en especial del clima ó temple del cielo.

«La poesía satírica, que tiene cierta afinidad con la facultad crítica --- cuadraba, como hemos indicado, á su temple severo.» Cueto, Bosquejo hist. 12 (R. 61. CXLII).

Destemplar: Part. Aplicado á cosas, Falto de temple ó mesura, excesivo.

«Sí allí se gastara el temple que por acá, ya sé yo en dónde habían de enterrarme.» Mor. Obr. póst. 2, p. 342.

«No envenena y marchita el alma de este temple las raíces de la voluntad con los sofismas del renunciamiento perezoso.» Rodó, Motivos de Proteo, p. 161. X.

Fino: Dicho de metales, joyas, De alta pureza, temple y resistencia.

Fuerte en: para indicar el campo en que se manifiesta el temple.

«Aquel husmear anhelante de su pensamiento no fue inútil para el temple y el sello personal que tomó en él la fe definitiva.» Rodó, Motivos de Proteo, p. 270.

«Mostremos más bien que tal pensamiento fue incompatible con el temple de su alma.» Clem. Elog. de Is. la Cat. (Mem. Acad. Hist. 6. 33).

«Fray Luis de León es un gran poeta, que interpreta a otro poeta en muchas cosas de su temple ---, y vierte e infunde su propia alma en lo mismo que imita y traduce, dándole vida y colorido propios.» Menéndez y Pelayo, Hor. en Esp. 1 (p. 73).

«A pesar del distinto temple moral de aquellos hombres, creo que en los solemnes momentos que precedieron al primer cañonazo la idea de Dios estaba en todas las cabezas.» P. Galdós, Trafalgar, 10 (p. 102).

«Y en la disciplina del corazón y la voluntad, de donde el alma de cada cual toma su temple, conviene, aun en mayor grado, afinar nuestra potencia de reacción, vigilar las adquisiciones de la costumbre, alentar cuanto propenda a que extendamos a más ancho espacio nuestro amor.» Rodó, Motivos de Proteo, p. 20.

«Si alguno de los huéspedes quisiese bañarse solo, se dará un baño de hoja de lata provisto de agua al temple que le agrade.»