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Pasiva y coherencia discursiva

La pasiva y su función discursiva

© Justo Fernández López

Gramática española - Nivel superior

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Utilidad de la pasiva en la lengua escrita

Aunque no se use la pasiva perifrástica con ser + participio en la lengua hablada, sí puede ser útil en la escrita en los siguientes casos:

cuando no se quiere precisar el sujeto agente de la acción, por ser indeterminado, desconocido o porque se dé por conocido, cuando no interese identificarlo o sea indiferente e irrelevante:

Varios edificios fueron destruidos.

En cuanto llega la noticia a la redacción, todos los redactores son informados.

El terrorista fue detenido horas más tarde en la frontera con Portugal.

cuando se quiere centrar el foco de la información en el objeto, dándole el papel preponderante de sujeto gramatical:

Después, la calle fue cerrada para el tráfico.

Horas más tarde, el terrorista era detenido en Francia.

El piso había sido alquilado por un etarra meses antes.

Este tiempo será recordado con cariño por todos los...

cuando hay que evitar posibles repeticiones en el texto:

Ahora sabemos que este labriego fue el primer párroco de la aldea. En el archivo parroquial de esta aldea se encontró el documento que lo testifica.

Mejor:

Ahora sabemos que este labriego fue el primer párroco de la aldea. El documento que lo testifica fue encontrado en el archivo parroquial.

Naturalmente, no hay que abusar del uso de la pasiva perifrástica en español, pero tampoco se debe prescindir de ella cuando es de utilidad.

La pasiva y la perspectiva comunicativa

La cláusula en la función textual está organizada como mensaje. Esto significa que, aparte de presentar una estructura de transitividad y de modo, tiene una estructura de mensaje, llamada estructura temática. En esta función, la cláusula consiste en dos partes: el Tema y el Rema. Esta diferenciación es antigua y se encuentra ya en Aristóteles y Platón donde los constituyentes de la oración fueron designados como ónoma y rema. Sin embargo, en la evolución de estos términos terminaron en designar sujeto y predicado.

Los integrantes del Círculo de Praga retomaron la idea de que la oración está dividida en dos partes pero contrario a la gramática tradicional no se trata, para ellos, de las categorías sintácticas de sujeto y predicado, aunque pueden coincidir, sino de dos elementos de cohesión y progresión que son respectivamente Tema y Rema. De esta forma, introdujeron estos conceptos en la lingüística. Empezando con Mathesius y su importante tratado sobre la "perspectiva funcional de la oración" (functional sentence perspective), fueron los primeros en estudiar la estructura temática de la oración dentro de la entonces relativamente nueva ciencia.

Para los representantes del Círculo Lingüístico de Praga, las cláusulas de todas las lenguas deben estar organizadas en forma de un mensaje ya que constituye el reflejo de una función básica del lenguaje. Para que la cláusula pueda ser entendida como un mensaje ha desarrollado una forma especial. Un elemento de ella constituye el Tema y los elementos restantes conforman el Rema. En la combinación de los dos, Tema y Rema, se constituye el mensaje. Entonces no siempre es fácil reconocer cuál de los elementos cumple la función del Tema y cuál la del Rema si se considera la cláusula aislada.

La pasiva permite invertir la perspectiva comunicativa poniendo al principio de la oración el objeto de la oración activa como sujeto gramatical de la pasiva. Con ello se tematiza el objeto, que va al principio de la oración como elemento conocido (Tema), mientras que el sujeto gramatical de la activa pasa a ser agente de la oración pasiva y es considerado como elemento nuevo del mensaje (Rema). 

La pasiva y la coherencia del discurso

«La pasiva se usa esencialmente en artículos periodísticos, relatos de Historia, o contextos en los que se cuenta o ilustra la historia de obras de arte, monumentos, etc., tanto oralmente (por ejemplo un guía turístico), como por escrito (manuales, guías, etc.):

El Monasterio fue construido en el siglo XII.

La lengua oral informal utiliza con frecuencia un recurso alternativo que consiste en anteponer el complemento directo, retomándolo luego con un pronombre:

Esta gramática la editarán en España.

Esta gramática se editará en España.

Se emplea la voz pasiva por motivos de coherencia del discurso, cuando el complemento que se decide transformar en sujeto ya está contextualizado, para evitar rupturas con lo anterior: la pasiva permite dar la vuelta a la frase para poder enlazar lo que se va a decir con lo que precede, y seguir así hablando de lo que estaba en el contexto: esto evita la ruptura que supondría, en algunos casos, hablar del sujeto activo del verbo, cuando ya hay uno de sus complementos en el contexto; es probable que se prefiera

[1] Esta obra será editada por Difusión

a

[2] Difusión editará esta obra

en contextos en los que se ha hablado de esta obra, o se está leyendo el manuscrito, etc. En un contexto como éste (durante la lectura o la escritura de un libro), choca menos [1] que [2], ya que [2] equivale a hablar de algo nuevo introduciéndolo, mientras que esta obra está ya, en cierta medida, contextualizado.

Frecuentemente, se emplean formas pasivas porque no interesa hablar del sujeto del verbo: sólo se quiere informar sobre el verbo mismo y el complemento que se ha decidido transformar en sujeto gramatical. Naturalmente, en estos casos no se expresa el agente de la pasiva:

Estos zapatos son fabricados en China.

Cuando pronuncia una frase así, el enunciador sólo está interesado por los zapatos, y su fabricación. No le importa excesivamente quién los produce (personas físicas). En estos casos también, la lengua hablada prefiere otros recursos:

Estos zapatos los fabrican en China.

Estos zapatos se fabrican en China.»

[Matte Bon, F.: Gramática comunicativa del español. Madrid: Difusión, 1992, vol. 2, p. 125-126]

«Es fundamental entender que la pasiva no existe por un capricho del enunciador, sino por motivos de estrategia y de coherencia del discurso. No existen verbos o sucesos que por sí solos requieran más que otros una pasiva, que depende exclusivamente de la perspectiva que quiera crear el enunciador.

Con la pasiva, el enunciador se sitúa en un nivel en que la lengua no remite directamente al mundo extralingüístico y a los acontecimientos de los que habla, sino tan sólo a las estrategias de formulación del mensaje adoptadas, a las operaciones que efectúa quien habla con la lengua, a ese refinamiento por parte del enunciador de la materia prima que le viene del mundo del que habla y al que se refiere. Los hechos en sí son sólo hechos, y se transforman en expresiones lingüísticas por otra de quien habla, que actúa siguiendo sus intenciones comunicativas más allá de la lengua, y de una serie de reglas metaoperacionales que rigen el funcionamiento interno de la lengua. La función de la pasiva es permitir o facilitar la coherencia del discurso. Desde esta perspectiva, es obligatoria en algunos contextos –aunque el enunciador puede decidir prescindir de ella. Esta decisión acarrea una serie de consecuencias para el significado (en un sentido muy amplio y total: actitud de quien habla, cómo se presente, etc.) de lo dicho. Su escaso empleo no depende tan sólo de criterios estadísticos (como parece deducirse de ciertas presentaciones del fenómeno), sino del hecho de que existan en español otras maneras de enlazar con un complemento temático en un contexto: posibilidad de anteponer el complemento directo, posibilidad de posponer el sujeto, etc.»

[Matte Bon, F.: Gramática comunicativa del español. Madrid: Difusión, 1992, vol. 2, p. 133]

«La condición del sujeto gramatical de las oraciones con se como objeto nocional o lógico del verbo (además de su carácter a menudo indeterminado) parece ser lo que favorece su posición ‘normal’ como sujeto pospuesto, aún cuando no hay factores condicionantes de la inversión. Por esa misma razón, la posposición es también bastante frecuente (aunque no tanto como en las oraciones con se y sin llegar a superar la anteposición) en estructuras pasivas perifrásticas y una serie de verbos de naturaleza intransitiva (los que se denominan inacusativos). La posición de un constituyente es también indicativa de su función discursiva. Que el sujeto de las oraciones pasivas con se aparezca normalmente pospuesto revela su carácter habitualmente no-temático, al contrario de lo que observábamos para oraciones medias-pasivas. De esto, se desprende que en las construcciones de pasiva con se en las que el sujeto aparece antepuesto, este elemento ha pasado a concebirse bien como tema o tópico (al igual que el sujeto de las medias) o bien como foco.

En el texto siguiente

Pusieron en venta unos pisos sin construir en la carretera de Madrid a muy bajo precio; los pisos se vendieron rápidamente, y luego los promotores se escaparon con el dinero sin construirlos.

La anteposición del sujeto en este ejemplo se debe a razones discursivas: el sintagma nominal los pisos es información conocida, ya mencionada, cuyo referente es el mismo que el del sintagma nominal indeterminado unos pisos, que aparece en la oración anterior; por lo tanto, el sujeto de la oración con se es el temo o tópico de la oración. La otra posibilidad es que este elemento sea un elemento focalizado:

¡LOS PISOS se vendieron, y no los chalets!

En este caso, el sintagma nominal los pisos es el elemento que aparece acentuado en la oración por ser información nueva, y en posición inicial tiene valor contrastivo.»

[Mendikoetxea, Amaya: “Construcciones con se: medias, pasivas e impersonales”. En: Bosque, Ignacio / Demonte, Violeta (eds.): Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Real Academia Española / Espasa Calpe. 1999, § 26.3.2.1]

Enfoque textual

«Dentro del contexto de la gramática textual, ha quedado demostrado a través del trabajo de autores como Grimes (1975), Hopper y Thompson (1980), Wallace (1982), etc. que los textos están organizados en varios niveles de información. Fundamentalmente, se han distinguido dos niveles básicos: el de la información primaria o foreground y el de la información secundaria o background. Las lenguas utilizan diversas estrategias sintácticas para marcar esta diferencia.

Estos autores han notado que el uso de las categorías verbales como tiempo, aspecto, modo y voz atiende a esta función de diferenciar los niveles de información. Así, han relacionado el nivel de información primaria con los tiempos perfectivos, el modo indicativo y la voz activa.  En cambio, la información de fondo (que en la narración, por ejemplo, puede estar constituida por descripciones, generalizaciones, abstracciones, relatos de sucesos y personajes secundarios) viene marcada por la presencia de tiempos imperfectivos, modo subjuntivo, verbos modales, sujetos menos salientes (genéricos, indeterminados, inanimados, plurales, terceras personas) y voz pasiva. Hopper y Thompson (1980) y Svartvik (1966) presentan estadísticas que apuntan al uso mayoritario de la voz pasiva en inglés en las porciones de texto con información de fondo. Wallace, sin embargo, advierte que en cada lengua el uso de la voz puede atender a diferentes propósitos.

Propongo que la construcción pasiva perifrástica del español, que ya he caracterizado como un cambio de prominencia de los participantes (donde se focaliza el paciente) se utiliza en porciones de información primaria y tiene una función prototípicamente topicalizadora en los textos: se emplea cuando se ha introducido un tópico en el discurso y se lo desea mantener como tal. Los ejemplos de (4) ilustran esta función.

(4a) Hace pocas semanas, la Administración de Drogas y Alimentos, el ente norteamericano que fiscaliza la producción y comercialización de estos productos, aprobó la venta del primer A.M. destinado al uso terapéutico. El fármaco, denominado “Orthoclon OKT 3”, fue elaborado por la Ortho Pharmaceutical Corporation y logró evitar el rechazo agudo de riñones trasplantados (...) (Revista Idea, nov. 1996, pág. 46)

(4b) B.P., titular de exteriores. Nacido en 1930, es periodista, actividad que desarrollaba hasta que en 1982 fue nombrado embajador de Suecia. (1VOZ: 6,1,22) (4c) padre, Cándido, murió a pocos metros de donde se cometió el homicidio del miércoles. Estaba tumbado sobre la carretera C-550 y fue arrollado por un automóvil. (2VOZ: 26,1,3,25)

La construcción reflexiva, caracterizada por su escasa elaboración interna, y por su perspectivación del evento sin más, se presenta especialmente apta para la expresión de información de fondo: descripciones, tópicos de menor importancia, generalizaciones, procedimientos rutinarios. Téngase en cuenta que muchos autores han encontrado una estrecha relación entre el uso de esta construcción y los tiempos imperfectivos, los verbos modales y la idea de genericidad, elementos todos que ya hemos relacionado anteriormente con la información de fondo. Véanse los ejemplos de 5.

(5a) Pura y Martín echaron sobre la cama toda la ropa, para estar más abrigados. Apagaron la luz y (...) se durmieron en un abrazo, como dos recién casados. Fuera se oía, de vez en vez, el ¡Va! de los serenos.” (Cela, La colmena, pág. 258) (5b) al final de un artículo periodístico sobre una huelga de profesores) “Entre las peticiones sindicales se encuentran planes para incrementar la calidad de la enseñanza así como un plan de formación del profesorado dotado con 12.000 millones de pesetas.” (2VOZ: 61,1,6,7)

(5c) No puedo, sin embargo, apartar de mí la idea de su cadáver, encerrado en esa funda enternecedora del ataúd. Cuando vine, ahora hace ya año y medio, estaba la puerta de la bodega abierta. Al pasar se veían los ataúdes amontonados cuidadosamente, puestos en fila, esperando su trágico turno.” (Cela, Pabellón de reposo, pág. 43) Pero, como ha hecho notar Hidalgo (1994), tampoco es difícil encontrar ejemplos donde la construcción reflexiva aparece en contextos topicalizadores propios de la construcción perifrástica, tal como en (6).

(6a) Este esperma inactivo se introdujo luego en huevos no fecundados de variedad Legholm (blanca), para modificar su información genética, y recién entonces se fertilizaron con esperma de la misma variedad. (Revista Dimensión Tecnológica, año 1, núm. 12, pág. 11)

(6b) La reunión indicada se celebrará esta tarde a las 7.30 en el Xelmírez I, y servirá de toma de contacto en torno a esta cuestión. (1VOZ: 34,3,1,21)

(6c) Finalmente, la licencia para sótano del chalet de Manuel Soto se concedió con el voto en contra de los tres concejales nacionalistas ... (1VOZ: 26,3,2,1)

Se pone en evidencia, entonces, que la pasiva refleja se mueve entre dos extremos: en la mayoría de los casos, está ubicada junto a las “impersonales” ya que no perspectiviza al paciente sino que presenta el suceso desnudo (en estos casos el sujeto concordado está pospuesto y es mayormente indeterminado y/o plural). En el otro extremo, se acerca a la pasiva perifrástica a través de la presencia de un sujeto pasivo antepuesto, definido y tópico.  También, aunque con mucha menor frecuencia, parece darse la situación inversa, si consideramos ejemplos como los de (7), donde la construcción perifrástica se acerca a la refleja en un contexto no topicalizador. Esto se da fundamentalmente en casos de coordinación de pasivas y tal vez puede explicarse como un recurso estilístico para evitar la repetición de una misma construcción.

(7a) La cocina es complicada, espectacular. Parece la cocina de un gran hotel. Es la hora de la tranquilidad. La comida ya ha sido servida, el servicio de comedor ya se ha recogido (...) (Cela, Pabellón de reposo, pág. 116)

(7b) ... la adquisición, posesión y consumo de “cannabis” debe despenalizarse y su comercio debe ser regulado. (2VOZ: 67,2,1,28)

(7c) En el marco de esta relación, fueron concedidos créditos a la mencionada empresa. Por otra parte, se efectuaban otras operaciones de adquisición de pagarés... (2VOZ: 28,1,1,34)

Estos ejemplos de alguna manera residuales en que ambas construcciones parecen superponerse o confundirse pueden tener su explicación en la relación histórica que ha unido a estas dos construcciones desde su origen latino. Monge (1955) señala que el latín expresaba los tiempos compuestos de la forma reflexiva con la forma perifrástica y que, además, la forma perifrástica tenía ciertos valores medios, además del eminentemente pasivo. Por otro lado, si recordamos que según nuestra caracterización cognitiva ambas construcciones comparten la desperspectivación del agente, no es sorprendente que en la mente de los hablantes puedan resultar en cierta medida intercambiables.»

[Susana Silvia Fernández: “La voz pasiva en español: hacia un análisis discursivo”. Romansk Forum - XV Skandinaviske romanistkongress, Nr. 16 –2002/2, Oslo, 12.-17. august 2002. Fuente: [PDF] La voz pasiva en español: hacia un análisis discursivo]

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