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Estados Unidos

© Justo Fernández López

Hispanoamérica - Historia e instituciones

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estados unidos de américa

[Fuente: http://www.fahnen-gaertner.com/International/international.html]

Estados Unidos de América

Vereinigten Staaten von Amerika

USA

Dominio de Internet: .us

Gentilicio: estadounidense

Datos generales

Superficie en km2

9.809.155 km2

Densidad de población km2

31 habitantes

Población [2013]

316 017 000 habitantes (censo 2013)

75,1% Blancos, 12,3% de color, 3,6% Asiáticos, 0,9% Indígenas (esquimales / aleutas), otros 8,0%; 12,5% hispanos

Lengua oficial

inglés, español (en algunas regiones)

Lenguas

inglés americano, español, lenguas de minorías

El inglés es el idioma oficial en 28 estados, pero no se reconoce un idioma oficial a nivel federal. El español, el francés cajún (dialecto del idioma francés, hablado en el estado de Luisiana) y el hawaiano son reconocidos oficialmente por varios estados.

El español, hablado por el 12% de la población, es el segundo idioma más hablado, y el que más comúnmente se aprende como segunda lengua.

El Informe 2015 (El español: una lengua viva) elaborado por el Instituto Cervantes indica que 41 millones de personas en EE.UU. hablan español como lengua materna, a los que hay que sumar 11,6 millones de residentes estadounidenses bilingües, principalmente hijos de los inmigrantes que hablan español. Así, EE.UU. adelanta a Colombia (48 millones) y a España (46 millones), siendo solo superado por México (121 millones).

La Oficina del Censo estadounidense estima que EE.UU. contará con unos 138 millones de hispanohablantes en el año 2050. La población estadounidense se convertirá en la mayor del mundo que habla español, con un número de hablantes nativos de casi un tercio de sus ciudadanos.

Capital

Washington

Religiones

50,9 millones de Católicos, 33,8 millones de Baptistas, 14,1 millones de Metodistas, 9,6 millones de Luteranos, 6,2 millones de Judíos, 5,6 millones de Presbiterianos, 4,4 millones de Pentecostales, 3,5 millones de Episcopalianos (Anglicanos), 2,8 millones de Mormones, 2,6 millones de adeptos de las Iglesias de Cristo, 1,3 millón Testigos de Jeová, 1,1 millón de Musulmanes, 1,1 millón de Budistas, 0,8 millones de Hindúes, 29,5 millones sin confesión religiosa

Población urbana [2006]

81,1%

Gastos de educación en % del PIB [2004]

5,6%

Ciudades importantes

New York (8 214 426) (Área metropolitana: 18,8 millones), Los Angeles (3 849 378), Chicago (2 833 321), Houston (2 144 491), Phoenix (1 512 986), Philadelphia, San Antonio, San Diego, Dallas, San José, Detroit, Jacksonville

Instituciones estatales

Forma de Estado

República constitucional, presidencialista y federal

Constitución

1787 con 27 enmiendas

Parlamento

Congress: House of Representatives y Senate

División administrativa

50 Bundesstaaten und der District of Columbia/DC mit Bundeshauptstadt Washington; Bundesstaaten jeweils mit Verfassung und Parlament aus 2 Kammern (nur Nebraska 1 Kammer) sowie einem gewählten Gouverneur

Fiesta Nacional

4.7.

Independencia y fin del período colonial

04.07.1776 (Declaración de Independencia)

 

Datos económicos

Moneda

1 Dólar estadounidense (US-$) = 100 Cents; 1 € = 1,36 US-$

Renta per cápita [2006]

44.710 US-$

Producto Interior Bruto (PIB) [2006]

13.163.870.000.000 US-$

Porcentaje del PIB: Agricultura [2006]

1,2%

Porcentaje del PIB: Industria [2006]

22,8%

Porcentaje del PIB: Servicios [2006]

76%

Incremento real anual del PIB [2006]

2,9%

Exportaciones [2006]

14% Maquinaria, 12% Electrónica, 9% Vehículos, 7% Equipo transportes, 6% Alimentos, 5% Materias primas, 5% Electrotecnia, 5% Productos metálicos, 4% Metrología, 4% Productos químicos, 3% Plástico, 3% Medicamentos

 

 

 

[Maps courtesy of

www.theodora.com/maps

used with permission]

 

HISTORIA

1565 - Fundación de San Agustín (en la actual Florida) por los españoles. Esta fundación marcó el inicio de la colonización europea dentro de las actuales fronteras estadounidenses.

Los conquistadores españoles bordearon la costa oriental de los actuales Estados Unidos de Norteamérica, pero no se asentaron definitivamente en la zona.

Ponce de León descubrió la península de Florida en 1513, pero peleando con los indios, fue herido de un flechazo, lo que le hizo regresar a La Habana, donde murió.

Pánfilo de Narváez llegó a las costas de La Florida el 12 de abril de 1528, al mando de 5 navíos, 1 bergantín, 80 jinetes y 400 hombres. Realizó una expedición por el interior hasta alcanzar los montes Apalaches, pero la pobreza del territorio y las dificultades con que tropezó le obligaron a regresar a las costas de Texas, donde murió en un naufragio con la mayoría de sus hombres en 1528.

En el año 1537, Hernando de Soto organizó una expedición para explorar las regiones de Florida que estaban bajo dominio español. Con una compañía de casi mil hombres arribó a la costa oeste de Florida en 1539, dispuesto a encontrar el rico imperio que se creía existía en algún lugar inhabitado. La búsqueda se prolongó durante tres años, tiempo en el que recorrió el territorio de los actuales estados de Florida, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Alabama y Mississippi. En 1541 descubrió el río Mississippi y lo cruzó; además, exploró parte del territorio de los actuales estados de Arkansas, Oklahoma y norte de Texas. Soto falleció a causa de unas fiebres cuando se encontraban en el río Mississippi, en el que sus hombres hundieron el cuerpo sin vida del explorador para que los indios no pudieran profanarlo. Sólo unos pocos miembros de la expedición consiguieron llegar a los asentamientos españoles del golfo de México. En la ciudad de San Petersburgo (Florida) hay un monumento dedicado a este descubridor.

Francisco Vázquez de Coronado (1510-1554) fue el primer explorador europeo por tierras del suroeste de Norteamérica y se le conoce como el conquistador de las legendarias Siete Ciudades de Cibola. En 1952 se inauguró un monumento en memoria de la expedición de Coronado cerca de Bisbee, en Arizona. Los expedicionarios de Francisco Vázquez de Coronado fueron los primeros en descubrir el Cañón del Colorado en 1540.

A mediados del siglo XVII, los españoles lograron colonizar la Florida, Nuevo México, Texas, Arizona, Colorado y California. La falta de riquezas mineras impidió una colonización duradera.

Las costas del Este de los EE UU fueron exploradas, en el siglo XVI, por los navegantes franceses, ingleses y españoles. La colonización propiamente dicha fue iniciada por Inglaterra en el siglo XVII. Entre 1607 y 1733, se formaron trece colonias en la vertiente atlántica: Virginia, Massachusetts, Maryland, Rhode Island, New York, Jesey, Connecticut, New Hampshire, Delaware, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Pensilvania y Georgia. Estas colonias entraron en conflicto con los Establecimientos Franceses del Norte (Canadá) y del Sur (Luisiana), y el Tratado de París consagró su triunfo (1763). El intento de Inglaterra de imponerles tributos exorbitantes llevó a sus colonias a la independencia, tras una guerra de ocho años (1775-1783). El 4 de julio de 1776 se proclamó la independencia de las trece colonias, que tomaron el nombre de Estados Unidos de América. Washington fue el primer presidente. El 17 de septiembre de 1787, los EE UU adoptaron una Constitución liberal.

A principios del siglo XIX, los EE UU compraron Luisiana a Francia y Florida a España. En 1848, anexionaron los territorios mexicanos de Texas, Nuevo México y Alta California.

En 1898, la intervención de EE UU contra España permitió arrebatarle Cuba, Puerto Rico, Filipinas (últimas colonias españolas en ultramar).

Algunos estados de los EE UU llevan aún nombre español: Arizona, California, Colorado, Florida, Montana, Nevada, Texas. Así como algunas ciudades importantes: Los Ángeles, San Diego, San Antonio, San José, San Francisco, El Paso.

Arizona

El primer europeo que visitó la región fue el misionero franciscano y explorador italiano Marcos de Niza, en el año 1539. El español Francisco Vázquez de Coronado dirigió una expedición desde México a esta zona en el año 1540. Algunos miembros del grupo cruzaron el Colorado y subieron al Gran Cañón. En 1598, el gobierno español convirtió la región en parte del virreinato de Nueva España. El misionero jesuita Eusebio Francisco Kino, que también trabajó en el norte de México, llevó el cristianismo a los pueblos indígenas. Por las condiciones del Tratado de Guadalupe Hidalgo que ponía fin a la guerra, México cedía a Estados Unidos todo Arizona y la zona al norte del Gila, además de los territorios de Alta California, Nuevo México y Texas, entre otros. La zona al sur del Gila fue comprada en 1853 por Estados Unidos.

California

Hernán Cortés, conquistador español de México en el siglo XVI, hizo los primeros intentos de colonizar California, pero en 1542 el entonces virrey de Nueva España, Antonio de Mendoza, ordenó a Juan Rodrigues Cabrillo explorar el norte, convirtiéndose en el primer europeo que exploró lo que hoy día es el estado de California. El explorador español Sebastián Vizcaíno recorrió toda la costa californiana en los años 1602 y 1603, pero no fue sino hasta 1769 cuando la expedición encabezada por Gaspar de Portolá y fray Junípero Serra fundó San Diego. San Francisco fue fundado en 1776. Para cristianizar a la población de California el padre franciscano fundó 21 misiones. Los españoles mantuvieron un precario control sobre California hasta 1822, año en el que pasó a formar parte de México, ya independiente. El periodo mexicano (1822-1846) fue una época de transición del dominio español al estadounidense. En 1848 México cedió California a Estados Unidos mediante el Tratado de Guadalupe Hidalgo.

California fue evangelizada y colonizada por el franciscano español Fray Junípero Serra. Fundó las misiones de San Diego (1769), San Francisco (1776) y Los Ángeles.

"Fray Junípero Serra (1713-1784), religioso español, desarrolló una importante labor misionera en los territorios de California (que comprenden en la actualidad el estado de California, en Estados Unidos, y los estados mexicanos de Baja California y Baja California Sur), durante cuya actividad en esa zona se fundaron los núcleos de población que darían lugar a las ciudades de San Diego (con el nombre de San Diego de Alcalá) y San Francisco (que recibió la denominación de San Francisco de Asís), ambas pertenecientes hoy a Estados Unidos.

A finales de agosto de 1749, se embarcó en Cádiz rumbo a México, capital del virreinato de Nueva España, adonde llegó en diciembre del mismo año. Después de una estancia de cinco meses en el Colegio de San Fernando de la ciudad de México, marchó con Francisco Palou, su amigo, compañero de viaje y biógrafo, a ejercer como misionero en sierra Gorda, en la región de Querétaro (en el actual estado mexicano de Querétaro Arteaga). Tras ocho años dedicado a la tarea de adoctrinamiento de los indios, durante los que aprendió la lengua de los pames (perteneciente a la familia lingüística otomiana), regresó al Colegio de San Fernando de la ciudad de México para desempeñar su labor pastoral en las comunidades cristianas de una extensa área comprendida entre Guadalajara, Oaxaca y la costa norte de Veracruz.

A consecuencia de la expulsión de los miembros de la Compañía de Jesús en 1767, fray Junípero marchó a California en marzo de 1768 con Francisco Palou y trece misioneros más, y se hizo cargo de las dieciocho misiones que para entonces habían fundado los jesuitas en la Baja California. Apoyado por el visitador José de Gálvez, que llegó en mayo del mismo año para controlar la amenaza que suponía la presencia de potencias extranjeras en la zona, partió fray Junípero en la expedición dirigida por Gaspar de Portolá a la Alta California. Urgía la ocupación de este territorio, amenazado por los intereses colonizadores británicos y sobre todo por los de Rusia, que pretendía establecer cazaderos de pieles, especialmente de nutrias, agotados los que ya tenía más al norte. En 1769, fundó San Diego de Alcalá, la primera de una serie de misiones establecidas en territorio californiano, a la que siguieron —una vez cedidas las misiones de la Baja California a los dominicos en 1770—, en la bahía de Monterey, San Carlos Borromeo, fundada el mismo año, San Antonio de Padua y San Gabriel Arcángel, en 1771, y un año después San Luis Obispo de Tolosa. El modelo implantado en las misiones compaginó la actividad económica, iniciando a los indios en la agricultura y la construcción, con el adoctrinamiento en el culto católico.

En 1772, fray Junípero viajó a la ciudad de México para entrevistarse con el nuevo virrey, Antonio María Bucareli y Ursúa (sucesor de Carlos Francisco de Croix), al que informó de la situación de las misiones californianas. Fruto de esta entrevista fue la elaboración, en 1773, de un Reglamento que regulaba el gobierno de la Alta California, dejando a los misioneros la tutela de los indios, y abordaba también cuestiones de índole material y de organización militar.

En enero de 1774, fray Junípero regresó a California y continuó promoviendo la fundación de misiones: San Francisco de Asís, fundada por Palou en 1776, San Juan Capistrano y Santa Clara, al año siguiente, y San Buenaventura en 1782. Todas estas misiones establecidas por Serra, junto con otras posteriores erigidas en las primeras décadas del siglo XIX, se extendieron hasta la bahía de San Francisco, conformando el llamado Camino Real. La muerte del virrey Bucareli y la guerra declarada a Gran Bretaña en 1779, frenaron la expansión misionera de fray Junípero Serra, que falleció en la misión de San Carlos Borromeo (Monterey) en 1784. Fue beatificado en 1988 por el papa Juan Pablo II.” ["Junípero Serra." Microsoft® Encarta® 2009 [DVD]. Microsoft Corporation, 2008]

Colorado

Los primeros habitantes de las montañas de Colorado fueron pequeños grupos de utes que provenían de los desiertos de Utah. A principios del siglo XVIII comerciaban con pieles de alce y ciervo, con los españoles y con las tribus pueblo del valle de río Grande, a cambio de caballos y armas. Los caballos españoles les sirvieron a los utes para desplazarse al este, hacia las llanuras de Colorado, donde se toparon con los también recién llegados pobladores de las tribus cheyene y arapajó. Durante el siglo XVIII, los españoles de Nuevo México exploraron algunas zonas de Colorado.

Florida

Los españoles fueron los primeros europeos en descubrir Florida. Juan Ponce de León exploró la costa del estado en el año 1513 en busca de la mítica fuente de la juventud. Más tarde, las expediciones de Pánfilo de Narváez, en 1528, y de Hernando de Soto, entre 1539 y 1540, revelaron que Florida era una península y no una gran isla, como pensaba Ponce de León.

En 1562, Jean Ribaut dirigió un grupo de hugonotes a Florida, reclamó el nuevo territorio para Francia y se desplazó entonces hacia Carolina del Sur. Ribaut regresó a Florida en 1565, donde fue capturado, junto con otro grupo de hugonotes, y ejecutado en Fort Caroline por las fuerzas españolas al mando de Pedro Menéndez de Avilés. Después, en el mismo año, Menéndez fundó en San Agustín la colonia estable más antigua de los Estados Unidos.

Los españoles sufrieron muchas dificultades en mantener Florida y, en 1763, al final de la guerra de los Siete Años, cedieron Florida a Gran Bretaña. El dominio británico continuó durante la guerra de Independencia estadounidense (1776-1783), aunque las fuerzas españolas invadieron la Florida occidental en 1779, y tomaron Pensacola en 1781. España recuperó Florida por medio del Tratado de París en 1783. En 1810, los Estados Unidos demandaron Florida occidental como parte de la compra de Luisiana, efectuada en 1803.

España entregó Florida a los Estados Unidos tras la firma del Tratado de Adams-Onís de 1819.

Nevada

Aunque reclamada por España y posteriormente por México, la región permaneció en gran parte sin ser conocida por el mundo exterior hasta comienzos del siglo XIX.

Peter Skene Ogden encabezó una expedición hacía el sur desde Canadá, y en 1825 exploró el río Humboldt. Dos años más tarde, el trampero Jedediah Smith atravesó Nevada en su camino desde California hasta Saint Louis. En 1848, al finalizar la Guerra Mexicano-estadounidense, el territorio del que formaba parte Nevada pasó a poder de Estados Unidos por el Tratado de Guadalupe Hidalgo. Al año siguiente, unos colonos mormones, provenientes de Salt Lake City, levantaron una factoría en el valle del río Carson. La mayor parte de Nevada se incorporó al Territorio de Utah, establecido en 1850. En 1858 se fundó Carson City.

Texas (Tejas)

Los exploradores españoles que se aventuraron por primera vez entre estos pueblos indígenas llegaron muy pocos años después de los viajes de Cristóbal Colón. Después de naufragar, Álvar Núñez Cabeza de Vaca y sus compañeros vivieron varios años entre los karankawa. Francisco Vázquez de Coronado exploró las altas llanuras de Texas, desde las proximidades del actual Lubbock hasta llegar a Kansas, en el norte, en 1539. Estas expediciones sentaron las bases del dominio español en Texas, que formó parte del virreinato de Nueva España a partir del siglo XVI.

Las tropas españolas tuvieron que enfrentarse a los franceses cuando René Robert Cavalier, señor de La Salle fundó Fort Saint Louis en 1684, en un territorio prácticamente vacío. El número de colonos españoles en Texas a comienzos del siglo XIX era de unos 2.000, pero un número significativo de inmigrantes estadounidenses llegaron cuando Stephen Austin y otros colonos crearon algunos asentamientos en Texas en la década de 1820. La inmigración anglo-americana fue permitida por las autoridades españolas y, después de la independencia de México, por las mexicanas. Cuando Estados Unidos ofertó comprar Texas y un ‘empresario’ (colono) descontento trató de fundar la república independiente de Fredonia, al este de Texas (1827), el gobierno mexicano limitó la continua inmigración estadounidense.

En 1835, el general mexicano Antonio López de Santa Anna asumió la presidencia del país e impuso una dictadura de carácter centralista, que chocaba con la tendencia de los texanos en favor de un régimen federalista. En los albores de este enfrentamiento, las fuerzas texanas (formadas tanto por estadounidenses como por mexicanos), obtuvieron una victoria significativa en El Álamo, un antiguo fuerte español situado en San Antonio, que cayó en marzo, después de que los texanos que lo defendían murieran en el asedio; en las siguientes semanas, las tropas mexicanas dominaron todo el sur de Texas. Mientras los ejércitos luchaban, a principios de marzo una convención de texanos en Washington-on-the-Brazos proclamó la República de Texas, se redactó una constitución y se designó a Samuel Houston comandante en jefe de todos los ejércitos texanos. Poco después, las fuerzas texanas derrotaron al Ejército mexicano en la batalla de San Jacinto y capturaron a Santa Anna, lo que significó el triunfo de la revolución. La República de Texas funcionó como nación independiente durante los siguientes nueve años.

Texas fue una provincia de México hasta 1836, cuando sus habitantes (en gran parte procedentes de Estados Unidos, que habían emigrado allí desde comienzos del siglo XIX) se sublevaron y establecieron la República de Texas en un intento por incorporarse a Estados Unidos. El Sur, abiertamente partidario de ampliar el territorio nacional donde se permitiese la esclavitud, propugnó decididamente la anexión de Texas, donde la esclavitud era legal. El Norte se opuso a esa anexión.

El deseo de la mayoría de los texanos por unirse a Estados Unidos culminó en 1845, cuando participaron de forma activa en la Guerra Mexicano-estadounidense. Cuando estalló la Guerra Civil estadounidense, Texas (cuya población era sobre todo de origen europeo y mexicano) apoyó la creación de la Confederación Sudista.

La anexión de Texas provocó un conflicto entre Estados Unidos y México, que nunca había reconocido la independencia de aquel territorio mexicano. Una incursión de tropas estadounidenses en territorio de México provocó la guerra, ganada por Estados Unidos. Según el Tratado de Guadalupe Hidalgo (2 de febrero de 1848), México, a cambio de quince millones de dólares, cedió California y Nuevo México a Estados Unidos y reconoció el Río Grande del Norte (o Bravo) como la frontera entre Texas y México.


"Son muchos los vínculos que unen a ambos países [EE UU y España], de los que no siempre somos conscientes, y de los que me gustaría destacar tres en particular. En primer lugar, aunque no haya penetrado suficientemente en la memoria colectiva en ambos lados del Atlántico, la larga historia de nuestros lazos comunes. Un hecho trascendental como la importante ayuda española al proceso de independencia de EE UU muestra que nuestra afinidad comienza en los primeros días de la Revolución americana. Las relaciones personales entre Washington y Diego María Gardoqui, o las de Benjamin Franklin y el Conde de Aranda, fueron esenciales, como también fue decisiva la acción militar de Bernardo de Gálvez en Pensacola, o la estancia en Madrid de uno de los Padres Fundadores de la República estadounidense, John Jay.

La asistencia financiera y militar que España concedió a la joven República, después ignorada y hasta quizás intencionadamente oscurecida por otros acontecimientos históricos de signo negativo, constituye un importante hito en la historia compartida que merece ser puesto de relieve.

A esta ayuda a la independencia se suma la profunda huella espiritual y material que ha dejado España en todo el Sudoeste de EE UU y que hoy en día enlaza con la implantación de nuestra lengua y nuestras costumbres por parte de la numerosa población de origen hispano. Estados Unidos es hoy el segundo país del mundo de población hispana, después de México y por encima de la propia España. Para conseguir un mejor entendimiento y una imagen más relevante de nuestro país en EE UU, resulta esencial el recuperar nuestras raíces históricas culturales comunes." [José Ignacio Goirigolzarri, en El País, 17.11.2008]


"Seis tesis sobre el español en Estados Unidos

El gigante norteamericano será el centro de gravedad del mundo hispánico en unas décadas. Aumenta la población hispanohablante, su acceso a la educación y su sentimiento de constituir una sola comunidad. La publicación de la Enciclopedia del español en Estados Unidos, proyecto conjunto del Instituto Cervantes y la editorial Santillana, ha despertado asombro por lo apabullante de las cifras que dan cuenta de la fuerza de nuestro idioma en aquel país, aunque no han faltado quienes se han mostrado escépticos a la hora de valorar lo que realmente puedan significar los datos aportados. En las líneas que siguen esbozaré de manera sucinta seis tesis cuya formulación tiene por fin contextualizar la situación que vive hoy el español en Estados Unidos.

1. Lengua materna a la vez que extranjera. Como pone de relieve la topografía, con nombres tan resonantemente hispánicos como Florida, San Francisco, Los Ángeles, Colorado o Nevada, en Estados Unidos el español no ha sido nunca una lengua extranjera. Tras la cesión de más de la mitad del territorio mexicano cuando tuvo lugar la firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo en 1848, un número ingente de hispanohablantes pasaron a ser estadounidenses de la noche a la mañana. El siglo y medio largo transcurrido desde entonces ha estado marcado por una sucesión de flujos migratorios que han reforzado de manera ininterrumpida la condición de lengua materna que tiene en aquel país el español. Con gran diferencia sobre todas las demás, el español es la lengua extranjera con mayor demanda. Por otra parte, la fuerza de la inmigración hispana es la causante de un hecho que no se da en ningún otro país del mundo. En Estados Unidos el español goza de un estatus doble: es, a la vez que un idioma materno, una lengua extranjera. Esta insólita circunstancia es uno de los rasgos que singularizan a Estados Unidos como país hispanohablante.

2. País bilingüe y bicultural. En torno al año 2050, los hispanos constituirán la cuarta parte de la población estadounidense, lo cual equivale a decir que, en la proporción que refleja este dato, el país está destinado a convertirse en una sociedad bilingüe y bicultural. Esta tendencia viene subrayada por un giro que ha empezado a experimentar recientemente la inmigración hispanohablante, que de estar circunscrita a enclaves perfectamente localizados, en su mayoría urbanos, ha pasado a repartirse por la totalidad del territorio nacional, incluidas amplias áreas rurales.

3. La segunda 'latinitas'. En mi opinión, en Estados Unidos se está fraguando hoy una latinitas de signo opuesto a la primera, cuando el latín se disgregó dando lugar al nacimiento de las diversas lenguas romance. Al converger en territorio estadounidense, las distintas identidades latinoamericanas tienden a acortar distancias entre sí, produciéndose un tropismo de signo transnacional que hace que, trascendiendo su origen y sin renunciar a él, mexicanos, puertorriqueños, dominicanos, salvadoreños, colombianos y otros, se sientan hispanos de los Estados Unidos o, si se quiere ser políticamente correcto, latinos (vocablo despojado de connotaciones colonialistas).

4. Según las estadísticas, en algún momento del siglo XXI, Estados Unidos será el país con mayor número de hispanohablantes. En mi opinión, ello comportará el desplazamiento del centro de gravedad hacia Norteamérica, no sólo de la lengua, sino también de una cultura de signo pan-hispánico. El fenómeno de hecho ha comenzado y con el tiempo Estados Unidos no hará sino afianzarse como un potente productor de cultura latina, con la singularidad de que lo hará en inglés y en español.

5. El español como territorio de afirmación y resistencia. El fenómeno más revelador en torno a la relación que mantienen entre sí las culturas hispánica y anglosajona en Estados Unidos es el cambio de actitud por parte de los latinos hacia la lengua y la cultura dominantes, algo cada vez más patente. De manera inequívoca, el español se ha convertido en un territorio de afirmación y resistencia que busca preservar la vinculación con la cultura latinoamericana.

6. Cristalización de una nueva lengua: el español de Estados Unidos. En último lugar postulo que de manera semejante a como se está forjando una identidad latina, resultante de un proceso de aglutinación cultural, en Estados Unidos se está forjando una nueva variedad lingüística, resultante del amalgamamiento de las distintas hablas nacionales que se dan cita en aquel país. El proceso será largo y nosotros no veremos su cristalización, pero la necesidad de dar con una modalidad de español con la que se sientan cómodos todos los hispanohablantes es ya patente.  

Nos encontramos en los umbrales de un proceso histórico que en el plazo de unas décadas convertirá a Estados Unidos en el centro de gravedad del mundo hispánico. Como parte de ese proceso, el español, un español con un nuevo rostro, está llamado a desempeñar un papel crucial." [Eduardo Lago, escritor y director del Instituto Cervantes de Nueva York, en: El País, 28/11/2008]


[Fuentes principales para los datos históricos: Microsoft ® Encarta ® 2009; Enciclopedia Universal Micronet ® 2008; para los datos estadísticos recientes: Fischer Weltalmanach ® 2015, CIA World Factbook y Wikipedia]

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