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Donoso Yáñez José (comp.) Justo Fernández López Historia de la literatura hispanoamericana
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JOSÉ DONOSO YÁÑEZ
SEMBLANZA
José Donoso (Chile, 1924-1996), novelista y cuentista, uno de los escritores más representativos y originales de su generación por la creación de ambientes alucinantes y personajes obsesivos.
Nació en Santiago de Chile. Era hijo del médico José Donoso Donoso y de Alicia Yáñez, sobrina del periodista Eliodoro Yáñez, fundador del diario La Nación. Vivió experiencias juveniles como ovejero, obrero portuario y oficinista, pese a provenir de una familia acomodada. Estudió Lengua y Literatura inglesas en el Instituto Pedagógico de la Universidad Nacional de Chile y se especializó en Literatura inglesa en la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, EEUU). Durante su estancia en esa universidad escribió, en inglés, sus dos primeros relatos, The blue woman y The poisoned pastry (1950). En 1951 obtuvo el grado de Bachellor in Arts. Impartió cursos de Literatura inglesa en la Universidad Católica y en el Kent School de Santiago y dictó lecciones en Princeton (1975).
Vivió en España entre 1967 y 1981 desarraigado de su país, echando de menos hasta la lengua chilena coloquial, sentimiento que se percibe en sus obras.
Por los extractos publicados de los diarios personales de Donoso y de su mujer, se reveló la homosexualidad del escritor, su paranoia, su egocentrismo y sus constantes e incurables problemas económicos, el alcoholismo y la adicción a los antidepresivos de la madre y la tormentosa relación y convivencia auto- y alterdestructiva entre los tres. Pilar terminó suicidándose con fármacos a mediados de noviembre de 2011.
Solamente tras su muerte y la publicación de su obra epistolar personal, a comienzos del siglo XXI, se pudo comprobar su compleja homosexualidad, que históricamente había sido un tema tabú en el medio social y literario chilenos, aunque siempre fue un secreto a voces.[cita requerida] Donoso, en sus cartas y en su diario, expresa el dolor de no poder vivir de modo armónico sus relaciones personales.
«Una tarde estaba yo en casa de un amigo que siempre sospeché de ser homosexual, sin haberlo confirmado. Llegó entonces el ex marido de una prima mía, un muchacho muy buenmozo, y pude advertir que había algo entre ellos, algo que era amor. Me conmoví hasta los huesos, me dio una envidia, una desesperación, unas ganas de tener exactamente lo que esos dos tenían —y, sin embargo, un deseo vehemente de no ser como ellos... Es esa envidia lo que está en la base de todos mis problemas, gorda. ¿De dónde viene, por qué es, qué significa? ¿Hasta dónde puede llegar a destruir nuestra vida, esa envidia mía por una situación homosexual? [...] La tentación es inmensa, terrible, pero resulta que eso (asumir una vida homosexual) me produciría tanto o más dolor que el no hacerlo. Mi neurosis es debida, ahora, a esa sensación de estar viviendo sobre arena movediza». [Carta de José Donoso a su entonces novia María Ester Serrano, 30 de agosto de 1960]
Obra
Donoso echa mano de sus sueños y fantasías para nutrir universos literarios de ironía y absurdos. Gran admirador de escritores como Alejo Carpentier, Henry James y William Faulkner, inició su actividad literaria escribiendo relatos breves, con obras de una gran variedad temática.
Como integrante del boom de la Literatura latinoamericana, ha alcanzado resonancia internacional. Su estilo guarda correspondencia con su temática, desafiante para el lector común, y se distingue por la precisión del lenguaje y su maestría a la hora de describir ambientes y definir el carácter de sus personajes.
En el universo donosiano, la monotonía es una constante y la rutina una adicción en que los roles sociales impuestos, ocultan el ser real. Incompleto, fuera del apodo y rostro representado. Mundo plagado de esperpentos grotescos que cantan la insatisfacción y esperanza, corporizada en trashumantes que conocemos de forma fragmentaria con los apelativos del Mocho, la Bambina, el Mocho chico y La Elba.
Lo mejor de Donoso lo componen sus obras breves, en las que su talento se desenvuelve con gran soltura y maestría, dejando la sensación de una facilidad para el género del cuento poco aprovechada, o más bien desperdiciada.
Novelas
Coronación (1957) es la primera novela de José Donoso. Ha sido adaptada al teatro en numerosas ocasiones y fue llevada al cine en 2000 por Silvio Caiozzi en la película homónima, con muy buenas críticas en ambos casos.
Esta obra inicia la tetralogía, que incluye además a Este domingo, El lugar sin límites y El obsceno pájaro de la noche. Su impulso central: la decadencia de la denominada aristocracia castellano-vasca u oligarquía, la clase dominante de Chile, dueña sin contrapeso del prestigio social, económico y político del país, desde los tiempos coloniales.
Esta novela pinta la decadencia de la aristocracia criolla a través del simbólico retrato de la senilidad de una dama; en ella anuncia lo que será una constante en su obra: la crítica a la alta burguesía por lo que tiene de corrupto, enfermizo y decadente; esa novela tuvo un gran éxito y lo lanzó a la fama. Con esta temática y estilo escribió también las siguientes novelas.
Andrés Ávalos es un hombre de cincuenta años que sigue soltero y que ha dedicado su vida a los negocios y a satisfacer las expectativas de otros más que sus propios deseos. Cuida de su abuela, una anciana nonagenaria que padece accesos de locura que han provocado la renuncia de cuanta mujer ha sido contratada para cuidarla. Vive con dos viejas sirvientas, hasta que Estela, una sobrina de una de ellas, llega a la mansión para cuidarla. Andrés no tarda en empezar a desarrollar sentimientos por ella, pese a la diferencia de edad y a que ella pronto empieza una relación con Mario, un joven de origen más pobre cuya historia sirve de contrapunto a la de la decadente familia Abalos. El triángulo amoroso entre los tres dará lugar a uno de los conflictos de la novela.
En la obra ya se ponen de manifiesto rasgos que caracterizan a la obra posterior de Donoso: el retrato de la decadencia de la burguesía chilena a través de un ambiente oscuro y claustrofóbico, por momentos de tintes pesadillescos, que repetiría en sus dos novelas más célebres, El obsceno pájaro de la noche y El lugar sin límites, escrita a partir de un capítulo desprendido de la anterior.
Este domingo (1966) trata de unos abuelos decrépitos y su criada. El eje de la historia, son los domingos familiares en casa del ficticio matrimonio Vives-Rosas; desplegados por uno de sus nietos ya en la edad adulta, y un narrador omnisciente en tercera persona que nos explica todo lo necesario para conocer a los personajes, sus motivaciones, y trágicos desenlaces. El lirismo se apropia de la voz del nieto, la frialdad y el detalle, del narrador sin nombre. Tópico característico del enfrentamiento entre niño-ingenuidad y adulto-corrupción, presente en la obra de Donoso. La reminiscencia referida, se remonta a un día domingo que sería decisivo en el rumbo de la vida de Álvaro Vives y Josefina Rosas (Chepa). La muerte tantea la suerte de ambos: Álvaro la palpa en un lunar que él detecta como mortal y cancerígeno; Chepa, en el brutal asesinato de la sirvienta Violeta, cometido por el favorito de sus protegidos.
«La visión de Donoso está enfocada a denunciar las apariencias generadoras de incomunicación en su afán de preservarlas, y, que, a la postre, ahogan la posibilidad de cualquier lazo afectivo honesto. Un castigo impuesto por sus padres en vacaciones, tiende las redes para el encuentro entre –en ese entonces- el joven Álvaro y la soledad aplastante de la bisoña criada Violeta. La infelicidad y frustración, derivadas del autoengaño y la complacencia, impulsan a Chepa a evadirse en tareas de caridad, en desmedro de sus obligaciones como esposa y madre. El egoísmo de Álvaro, manifestado en sus innumerables amoríos extramaritales, hacen de Chepa -no exculpada, sino cómplice- una aficionada a entregarse, por fines tan ridículos y romos, como perseguir contra viento y marea, la libertad de un presidiario desvalido.» [Vicente Lastra]
El lugar sin límites (1966) novela corta, considerada la obra que dio mayor reconocimiento al autor, y le dio renombre como uno de los principales exponentes de la literatura hispana de la segunda mitad del siglo XX. En 1977 fue llevada al cine bajo la dirección del mexicano Arturo Ripstein.
La historia describe un prostíbulo rural y sórdido y se centra en la Manuela, una travestí que es en parte dueña de un prostíbulo en el pequeño pueblo conocido como Estación El Olivo, ubicado en las cercanías de la ciudad de Talca, y también en su hija la otra dueña del burdel, conocida como la Japonesita. La novela muestra de manera cruda la miseria de los pueblos olvidados y la cotidianidad de la prostitución.
El obsceno pájaro de la noche (1970). Esta novela está considerada su mejor novela y la más compleja y ambiciosa. Donoso trabajó en ella durante ocho años, interrumpiendo su escritura varias veces, hasta que, según declaró el propio escritor, un episodio de esquizofrenia provocado por una alergia a la morfina durante su internación por unas úlceras le permitió terminarla. El crítico literario Harold Bloom la considera una de las obras esenciales del canon de la literatura occidental del siglo XX.
Humberto, ex secretario de una rica familia, ayuda al monstruoso hijo a sentirse normal: le construye un mundo de pesadilla. Esta novela está considerada como una de sus mejores novelas y la de mayor aliento y ambición literaria. El crítico literario Harold Bloom la considera una de las obras esenciales del canon de la literatura occidental del siglo XX. Pertenece al subgénero del realismo mágico. José Donoso tardó ocho años en escribir esta novela que le significó grandes angustias.
Enlaza historias de seres ambiguos y monstruosos. Escrita en un claro estilo realista, consigue que las historias oníricas de unos personajes atroces por su físico y circunstancias vitales produzcan en el lector una sensación de inquietud y sorpresa constante que llega a aceptar con toda naturalidad, incluso cuando al final de la obra, Mudito, criado y literato, se diluye en un pequeño montón de basura.
Manifiesta las obsesiones, proyecciones inconscientes y fantasmas de la memoria donosiana. Está considerada como una obra de la postmodernidad, pues va en contra de un orden racional y centralizado y propone un mundo caótico, donde los discursos se relativizan y se pierde la noción de un tiempo cronológico.
Para Eugenia Brito esta novela es una "alegoría de la cultura en Chile en correlación con un mundo imaginario, que es el espejo de otro inaccesible que lo requiere tan sólo como estatuto existente, eternamente mágico, demanda que termina en andrajo, harapo, pústula e imbunche".
Tres novelitas burguesas (1973): "Chatanooga Choochoo", "Átomo verde número cinco" y "Gaspard de la nuit".
Casa de campo (1978) es una novela que se ha leído como una crítica en clave de metáfora a la dictadura chilena durante la década de 1970. Es la obra maestra de Donoso. Donoso volcó en esta obra su conocimiento apasionado de la pintura, de la música, de la literatura, de la historia europea e hispanoamericana. Hay un tejido denso, una verdadera selva de significados y de símbolos. No evita los recursos clásicos de la novela de aventura.
La misteriosa desaparición de la marquesita de Loria (1980): Fatalidad, seducción, misterio. Tres claves del erotismo. Bellísima, ingenua, perversa más allá de sí misma y liberada de la noche a la mañana por una viudez providencial, la joven marquesita de Loria deambula como un afrodisíaco fantasma de carne y hueso por las calles más aristocráticas del Madrid de los años veinte. Siempre con un pie en la otra cara de la luna, a marquesita se somete a un aprendizaje más sensual que sentimental, reconociendo en sí misma el poder maléfico de la seducción, ese encantamiento que roza la disolución o la muerte. Animada por ese erotismo semifantástico propio de la pluma de José Donoso, La misteriosa desaparición de la marquesita de Loria expone la perturbadora, inmanejable vibración de nuestra sensibilidad más secreta: el eros como instrumento de búsqueda, tan poderoso como inútil, de una identidad que se esfuma en la mirada de los otros.
El jardín de al lado (1981) vino a confirmar al autor como uno de los autores más brillantes de la literatura chilena de la segunda mitad del siglo XX. Es la historia de un escritor hispanoamericano enfrentado al minotauro del fracaso.
Cuatro para Delfina (1982): "Sueños de mala muerte", "Los habitantes de una ruina inconclusa", "El tiempo perdido" y "Jolie Madame".
La desesperanza (1986) es la primera novela escrita por Donoso tras su regreso a Chile. Mañungo Vera abre la novela escuchando los rugidos de Carlitos, el león del zoológico. Además, este personaje es uno de los proyectos más arriesgados y difíciles dentro de la obra donosiana. Cantante de izquierdas, que regresa de París a Santiago el día de la muerte de Matilde Urrutia. Mañungo Vera es la metáfora trágica de la conflictiva historia política chilena reciente. Su itinerario hacia la plena conciencia del horror cotidiano es el camino por el que el lector deberá transitar como en una dirección obligada. Las tramas anexas que bordean y fortifican la historia serían el verdadero "informe sobre la desesperanza". Una nueva crónica literaria en clave, la visión metafórica de una época y una sociedad, en la que el poder de alucinación de Donoso resurge y cobra una fuerza indestructible. Cada línea, cada página, nos muestra una realidad áspera y atroz, un mundo que sólo él puede describir de tan magistral forma.
Taratuta y Naturaleza muerta con cachimba (1990), novelas breves.
Donde van a morir los elefantes (1995): Gustavo Zuleta, un profesor de literatura chileno, acepta una oferta para trabajar en una pequeña universidad del medioeste norteamericano. Mientras espera a su mujer, que llegará dos meses más tarde con su hijo recién nacido, Zuleta descubre los contrastes exasperados de la vida académica. De la mano de Ruby, una joven encantadoramente gorda y misteriosa, el protagonista es testigo de envidias y resentimientos, ambiciones de poder, relaciones sexuales cruzadas e, incluso, un asesinato múltiple. Escrita con el paso ágil y el humor ácido de una comedia negra, esta novela es una metáfora implacable de las relaciones conflictivas que los intelectuales latinoamericanos mantienen con la cultura norteamericana. Y reflexiona con lucidez sobre la condición de la mujer, el lugar actual de la literatura, las nuevas tecnologías y la obsesión y el prestigio y la eficacia.
El mocho (edición póstuma, 1997) es una historia ambientada en las minas de Lota: un mundo de discursos sociales que se cruzan en una cópula infernal, represiones y máscaras enrevesadas que van tiñendo en la más oscura y ambigua opacidad a sus portadores, seres histriónicos y patéticos.
«Los Mochos, personajes que dan nombre a la obra, son producto de su mote peyorativo que alude a su labor de monaguillos y en un nivel más simbólico e íntimo, debido a su vida cercenada. Precarios, denotan rectitud, inocencia, mansedumbre inmersa en el ámbito, misógino, casi animal de Lota. Espacio que les recuerda de forma constante su equívoco, esa condición periférica de pasivos y remilgados. Huyen de lo que todos esperan de ellos, vagan y se diluyen y su comportamiento alcanza altas cuotas de subversión pues desestructuran el orden y la coherencia de su entorno inmediato. Esas jerarquías enmohecidas y fosilizadas por el hábito y la necesidad de construir identidades seguras, aprehensibles y comunicables.
El contenido edénico se trastoca y dos mujeres, dos prostitutas, tientan a estos endebles alejándolos de la iglesia, su vía de rectitud y moralidad que los condena al rito eterno e imperecedero sin mayor satisfacción y sentido, que el placer de repetir un acto de forma compulsiva y monotemática.
Otro de los elementos disgregados, víctima de la irrupción mundana y ruptura escolástica: Es el control parental y la estabilidad que provee un origen bien delineado. En consecuencia, nos enfrentamos a otro de los fetiches donosianos, el concubinato y la cópula ilícita, fugaces encuentros que reúnen lumpen, proletariado y burguesía en un sutil pacto de sangre.
El autor hila de forma suculenta el tiempo y espacio en torno a estas existencias errantes, los cruza, los fuerza a colisionar a repetirse y errar mil veces en un purgatorio dantesco, huérfanos de las expectativas y frustración, son destructores del germen social. Fantasmas cuyo contorno es una habladuría tras un complejo juego de palabras, un galimatías que connota demasiado y del cual perdieron consciencia hace mucho. Impelidos a vagar sin origen y con un destino infame.» [Daniel Rojas Pachas]
Lagartija sin cola (edición póstuma, 2007) muestra parte de las líneas temáticas desarrolladas por Donoso a lo largo de su extensa obra de mundos cerrados referidos sobre todo al grupo familiar: degradación, que involucra lo sexual; degradación y sexo, en la mayoría de los casos, remitidos al grupo familiar.
El protagonista de la novela, Armando Muñoz-Roa, es un pintor frustrado y autoexcluido del grupo de los informalistas. Más que un frustrado, se trata de un vanidoso neurótico que nunca creyó ser discípulo de nadie y que vivió persuadido de que era infinitamente original; un artista que basó su desprendimiento del grupo de los informalistas apoyado en un supuesto compromiso con el arte, compromiso que, al leer entre líneas, podríamos catalogar de hipócrita, pues la actitud del pintor, a través de las reflexiones que va soltando, lo muestran enteramente personalista: querer ser libre en cuanto a su creación artística.
Cuentos
Veraneo y otros cuentos (1955) contiene siete cuentos: “Veraneo”, “Tocayos”, “El Güero”, “Una señora”, “Fiesta en grande”, “Dos cartas” y “Dinamarquero”.
El charleston (1960) contiene seis cuentos: "El hombrecito", "Ana María", "El charlestón", "La puerta cerrada", "Paseo" y "Santelices".
Memorias
Historia personal del boom (1972): José Donoso nos ofrece una descripción memorable del impacto de la nueva novela en el mundo literario asfixiante chileno a principios de los años 60, y tiene el valor (y la modestia) de declararse hijo del boom.
Conjeturas sobre la memoria de mi tribu (1996): A partir de viejas fotografías de fines del siglo XIX, de rumores oídos en los patios y pasillos de su niñez, de sus propias e infatigables obsesiones, José Donoso reconstruye en los escenarios y los dramas que han signado la historia de su familia desde que el primer Donoso puso pie en el Reyno de Chile hace cuatrocientos años. Terratenientes altivos e ignorantes, políticos brillantes y advenedizos, intelectuales, locos médicos y beatas pueblan estas páginas donde la pluma del escritor tiñe la historia privada con la tinta de su imaginación -a menudo más poderosa que su voluntad consciente- o con las conjeturas que dan forma a los datos inconexos. ¿Qué culpas o rencores indujeron a Sor Bernarda, tía abuela del novelista, a pesar sesenta años con el rostro cubierto con un velo negro? ¿Un amor prohibido, una fuga, una liberación? Cada vez que los laberintos de la «verdad histórica» dejan un punto ciego, el instinto del narrador lo ilumina: en esto consiste el arte de novelar, y Donoso lo ejecuta con la maestría y audacia que lo han hecho célebre.
Poesía
Poemas de un novelista (1981), poemario.
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