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 México - Letras de canciones yucatecas

La música en Hispanoamérica

(comp.) Justo Fernández López

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letras de canciones de la península de yucatán

Flor

Flor se llamaba, flor era ella
,
flor de los bosques en una palma
,
flor de los cielos en una estrella
,
flor de mi vida, flor de mi alma.


Murió de pronto mi flor querida,
erré el sendero, perdí la calma
y para siempre quedó mi vida
sin una estrella, sin una palma
.

 

Caminante del Mayab

 

Caminante, caminante,
que vas por los caminos,
por los viejos caminos
del Mayab.

Que ves arder de tarde
las alas del Xtakay;
que ves brillar de noche
los ojos del cocay.

Caminante, caminante,
que oyes el canto triste
de la paloma azul,
y el grito tembloroso
del pájaro pujuy.

Caminante, caminante,
me has de decir si viste
aparecer
como una nube blanca
que vino y que se fue
y si escuchaste un canto
como voz de mujer.

Caminante, caminante,
también en mi camino
la nube blanca vi,
también escuché el canto
pobrecito de mí.

 

El rosal enfermo

Junto al pie del muro donde se sentaba
cuando me esperaba había un rosal,
un rosal enfermo que no daba flores
pero que adornaba con verdes colores
pero que adornaba con verdes colores
el blanco mural, el blanco mural.

Detrás de aquel muro está todavía
la bella terraza en donde tenía
mi amada más flores que todo un jardín;
flores tan hermosas cual rojos claveles, y fragantes rosas, unas santas noches unas santas noches y un blanco jazmín.

Y entre tantas flores
fue su preferido aquel rosal triste
que a fuerza de cuido
le dio nueva vida, lo hizo renacer;
y el rosal enfermo pagó sus favores
cubriendo la tapia de amarillas flores,
flores de tristeza, algo de su ser.

Mas se fue muy lejos y dejó mi amada
tristeza en las flores, la casa cerrada, con su ausencia todo dejó de existir; y el rosal enfermo falto de cariño lo mismo que un niño se dejó morir, lo mismo que un niño se dejó morir.

Oh, mi bien amada;
Oh, mi virgencita,
porqué si a tu vista todo resucita
y tu ausencia mata te ausentas así?
el rosal enfermo murió de no verte,
tu ausencia y olvido
causaron su muerte;
lo mismo, lo mismo me pasa hoy a mí.

Oh, mi bien amada...

Flores de mayo

Flores de mayo pidió la niña
para ofrendarlas frente al altar;
iba vestida toda de lino
de lino blanco como el azahar.

Flores de mayo llevó la niña
que cortó a punto de amanecer,
flores cuajadas aún de rocío,
y que a la Virgen le fue a ofrecer.

Yo quiero flores, flores de mayo-,
pidió la niña cuando enfermó;
y entre esas flores su lindo cuerpo
pusieron luego cuando murió.

Por eso tiene la flor de mayo
tan suave aroma, tan dulce olor,
y es porque el alma de aquella niña
se fue volando de flor en flor.

Golondrinas yucatecas

 

Llegaron en tardes serenas de estío 
cruzando los aires con vuelo veloz, 
y en tibios aleros formaron sus nidos, 
sus nidos formaron, piando de amor.

Que blancos sus pechos, sus alas que inquietas, 
que inquietas y leves abriéndose en cruz 
y como alegraban las tardes aquellas, 
las tardes aquellas bañadas de luz.

Así en la mañana jovial de mi vida, 
llegaron en alas de la juventud, 
amores y ensueños...como golondrinas, 
como golondrinas bañadas de luz...

Más trajo el invierno su niebla sombría, 
la rubia mañana llorosa se fue... 
se fueron los sueños y las golondrinas... 
y las golondrinas se fueron también...

Golondrina viajera

Golondrina viajera
de mirar dulce y triste,
que tu nido forjaste
dentro del corazón.

Di, por qué me has amado,
si tan pronto te fuiste,
di, por qué me quisiste
golondrina que vuela
como una canción.

Mi tristeza es profunda,
mi dolor es callado
recordando los besos
que me hicieron soñar.

Nadie sabe, viajera,
que tu ausencia he llorado
con la dulce esperanza
de que habrás de tornar,
golondrina viajera,
por ti he de esperar.

 

Hay en el fondo

Hay en el fondo azul
de tus pupilas
una radiosa floración de perlas,
cuando mi amor
se inclina a recogerlas,
se hunden como en un mar
de aguas tranquilas:

Tus ojos y los mares en el fondo
guardan luz transparente y espejismos,
brillan llenos de perlas los abismos,
las quiero recoger
y están muy hondos.

Los mirlos

Cantan los mirlos
de mil colores,
su alegre canto al rayar el día,
cantan alegres los ruiseñores,
cantan alegres los ruiseñores
y se despierta la amada mía.

Cantan los mirlos...

¡Ay!, quién pudiera robarte un beso
cuando parece que estás dormida,
¡Ay! quien pudiera robarte un beso,
¡Ay! quien pudiera robarte un beso
sin despertarte mujer querida.

Manos de armiño

 

Beso en las noches las pomas
de tus manos virginales,
tus manos que son palomas,
tus manos que son rosales,
tus manos que son rosales
porque huelen a caricias
y a besos sentimentales,
tus blancas manos de armiño.

Tus blancas manos de armiño
que son rosas por ser bellas,
Ay! quien pudiera ser niño
para refugiarse en ellas,
para refugiarse en ellas,
y así tener en mi mal
tus manos que son palomas
con perfumes de rosal,
tus manos que son palomas
con perfumes de rosal.

 

Mérida colonial

 

El sol
con su luz matinal
baña de oro la torre
del reloj municipal,
baña de oro la torre
del reloj municipal;

y en los frondosos laureles
de la plaza principal
un coro de aves canoras
saludan al día con su madrigal,
al compás de las campanas
de la Santa Catedral.

Mérida colonial,
linda ciudad que despierta
llena de aromas de azahar;
eres jardín encantado
donde florecen mujeres
de sonrisa angelical;

con tu mantilla de luz,
novia blanca del Mayab…
pareces perla de Ormuz
engarzada en el verde
de tu henequenal.

 

Mujer perjura

(canción yucateca)

 

Si quieres conocer, mujer perjura,

los tormentos que tu infamia me causó,

eleva el pensamiento a las alturas

y allí en el cielo pregúntaselo a Dios,

pregúntaselo a Dios.

 

Tal parece que estás arrepentida

y que buscas nuevamente mis amores.

Recuerda que tú llevas en la vida

una senda cubierta de dolor,

cubierta de dolor.

 

Tal parece que estás arrepentida

y buscas nuevamente mis amores.

Recuerda que tú llevas en la vid

una senda cubierta de dolor,

cubierta de dolor.

 

Mi tierra

Mi tierra es un lindo
vergel donde crecen
el nardo y la rosa
y el rojo clavel,
Las palmas gentiles
Que al aire se mecen,
y las amapolas cuajadas de miel.

Allí es donde crece la roja granada,
la azul campanita
y el blanco jazmín,

Allí canta el ave
de pluma encarnada,
la tórtola india
y el dulce clarín.

Allí sus mujeres
parecen de ensueño,
sus ojos son grandes, canela su piel,
de grana sus labios,
su talle es pequeño,
y conchas de nácar parecen sus pies.

OH, tierra, mi tierra
De ardientes fragancias,
de campos floridos y cielo turquí;
recoge mis versos,
recoge mis ansias,
y cuando yo muera acógeme en ti.

No

No, porque tus errores
me tienen cansado
porque en nuestras vidas
Ya todo ha pasado
porque no me has dado
ni un poco de ti

No, porque ya en tus besos
no encuentro dulzura
porque tus reproches
me dan amargura
porque no sentimos
lo mismo que ayer

Te digo que no
porque ya no extraño
como antes tu ausencia
porque ya disfruto
aún sin tu presencia
ya no queda esencia
del amor de ayer

¡No, no, no!
Aunque me juraras
que mucho has cambiado
para mí lo nuestro
ya está terminado
no me pidas nunca
que vuelva jamás.

 

Novia envidiada

Se estremecen envidiosas
A tu paso las palmeras,
Y se inclinan respetuosas
Por tus lindas primaveras

Tu esbeltez quisieran ellas
Y la luz de tu mirada,
Para hablar con las estrellas
En las noches despejadas.

Por eso, novia envidiada,
Aprisionarte quisiera;
Para tenerte guardada
Del rosal y las palmeras,
Para tenerte guardada
Del rosal y las palmeras.

No sé qué de aristocracia
Tienen tus finos modales
Que envidian también tu gracia
En el jardín los rosales.

Por eso, novia envidiada
Aprisionarte quisiera
Para tenerte guardada
Del rosal, del rosal
Y la palmera.

Nunca

Yo sé que nunca besaré tu boca,
tu boca, flor de púrpura encendida;
yo sé que nunca llegaré a la loca
y apasionada fuente de tu vida.

Yo sé que inútilmente te venero,
que inútilmente el corazón te evoca;
pero a pesar de todo yo te quiero,
pero a pesar de todo yo te quiero,
aunque nunca besar pueda tu boca.

Ojos tristes

 

Tienen tus ojos un raro encanto,
tus ojos tristes como de niño
que no ha sentido ningún cariño;
tus ojos dulces como de santo.

¡Ay!, Si no fuera pedirte tanto,
yo te pidiera vivir de hinojos,
mirando siempre tus tristes ojos:
ojos que tienen,
ojos que tienen sabor de llanto.

¡Ay!, Si no fuera pedirte tanto...

 

Pensamiento

 

Pensamiento,
Dile a fragancia que yo la quiero
Que no la puedo olvidar,
Que ella vive en mi alma
anda y dile así,

dile que pienso en ella
aunque no piense en mí,
dile que pienso en ella,
aunque no piense en mí.

Vuela pensamiento mío,
Dile que yo la venero,
Dile que por ella muero

Anda, y dile así;
Dile que pienso en ella
Aunque no piense en mí.

 

Para olvidarte

 

Para olvidarte a ti que no supiste
comprender la ternura de mi alma,
es necesario recobrar la calma
que el corazón perdió
cuando te fuiste.

Para olvidarte a ti
que aún me quieres
a pesar de tu orgullo y tus agravios,
me embriagaré
sediento de placeres
en la pagana copa de otros labios.

Para olvidarte a ti,
que aún me quieres
a pesar de tu orgullo
y tus agravios,
me embriagare sediento de placeres
en la pagana copa de otros labios.

Para olvidarte a ti.

 

Peregrina

 

Peregrina, de ojos claros y divinos
y mejillas encendidas de arrebol,
mujercita de los labios purpurinos
y radiante cabellera como el sol.

Peregrina que dejaste tus lugares
los abetos y la nieve, y la nieve virginal
y viniste a refugiarte en mis palmares
bajo el cielo de mi tierra, de mi tierra tropical.

Las canoras, avecillas de mis prados,
por cantarte dan sus trinos si te ven
y las flores de nectarios perfumados
te acarician y te besan en los labios y en la sien.

Cuando dejes mis palmares y mi sierra,
peregrina del semblante encantador,
no te olvides, no te olvides de mi tierra...
no te olvides, no te olvides de mi amor.

 

Peregrino de amor

 

Peregrino de amor, vagaba triste
por sendas obscuras y de abrojos,
una gloria buscaba, y sé que existe
la vi en el fondo de tus lindos ojos,
la vi en el fondo de tus lindos ojos,

Es esa gloria el dulce amor soñado
que tantas veces me robó la calma,
y aunque siempre por él fui desdeñado
seré feliz porque lo hallé en tu alma,
seré feliz porque lo halle, lo hallé en tu alma.

 

Presentimiento

 

Sin saber que existías, te deseaba
Antes de conocerte te adiviné
Llegaste en el momento
En que te esperaba
No hubo sorpresa alguna
Cuando te hallé

El día que cruzaste
Por mi camino
Tuve el presentimiento
De algo fatal

Esos ojos –me dije-
Son mi destino,
Y esos brazos morenos
Son mi dogal.
El día que cruzaste…

 

Quisiera

 

Quisiera preguntarle a la distancia
si tienes para mí un pensamiento,
si mi nombre
se pierde en la fragancia
inolvidable y dulce de tu aliento.

Quisiera preguntarle a la...

Quisiera preguntarle a los ocasos
si es tu corazón nido vacío,
para poder soñarte
entre mis brazos y allí
en tu corazón dejar el mío.

Quisiera preguntarle a los...

 

Rayito de sol

 

Un rayito de sol por la mañana
filtra sus oros por la enredadera;
se quiebra en el cristal de tu ventana
y matiza tu hermosa cabellera;
un rayito de sol por la mañana.

Mi alma que vive errante y soñadora,
siguiendo en pos de una visión lejana:
quiere llegar a ti como la aurora,
como un rayo de sol por tu ventana,
como un rayo de sol por tu ventana.

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